Artesanías tradicionales

Artesanías Tradicionales Chilenas

Pomaire

Su principal atractivo es la calle Roberto Bravo donde se vende artesanía en greda (o arcilla) y se ofrecen los platos típicos de la cocina chilena, como son el pastel de choclo y la empanada. 

La cerámica se caracteriza por su tonalidad rojiza y superficie lisa y brillante. Su tradición alfarera se remonta desde antes de la llegada de los españoles. Es posible encontrar vasijas, pailas, adornos y artículos de decoración. 

Actualmente también se puede encontrar greda Esmaltada lo que mejora su calidad y apariencia. La greda que tiene un tono negro es teñida con feca de caballo o vaca, y cuando la cuecen en el horno de barro se le va el olor y el sabor por las altas temperaturas que son de 600° a 800° grados. 

El comercio tiene como característica principal el de productor. El abanico de gente que elabora sus productos no sólo confina al de materia prima de la greda, también hay artesanos en muebles rústicos y otra gama de manualidades dignas de rescatar. 

Pomaire debe su nombre al Curaca Pomaire, quien en 1482 llega con un grupo de indígenas a una tierra plana y fértil, al norte del Pomaire de hoy. Durante el año 1583, debido al crecimiento de la población y ya descubierto el arte de trabajar la greda, la tribu se traslada al lugar que actualmente ocupa el pueblo, el que se encuentra rodeado de cerros, lo que la hace abundante en materia prima para efectuar sus trabajos de alfarería. 

En 1690 nace Domingo Pomaire, el primer indígena bautizado en este reducto y su hijo Tomás Pomaire es el primer gobernador de esta localidad entre 1742 y 1745, quedando así afiatado por siempre el nombre Pomaire a estas tierras. 

Funcionalidad 

Una de las principales razones por la que los chilenos optan por la vajilla de este lugar es su increíble funcionalidad. 

La greda de Pomaire toma temperatura de forma pareja y mantiene la humedad, lo que hace a los pocillos perfectos para preparar guisos y sopas. 

No sólo resisten estar expuestos directamente al fuego, sino que también su color café rojizo y superficie suave y brillante los hace muy atractivos a la vista. Esta combinación ha permitido que los platos de Pomaire sean la quintaesencia de los artículos de cocina "del horno a la mesa" en Chile desde hace cientos de años.


UNIHUE - ARTESANÍA CHILENA

La Localidad de Unihue está situado en la Comuna de Maule (en la Provincia de TALCA). Tiene 1196 habitantes.

Se ubica 7 Km. al sur de la ciudad de Talca y a 5 km. al poniente del cruce de Chacarillas por la ruta 5 Sur

La artesanía en greda ha sido un trabajo realizado de generación en generación, en sus comienzos su objetivo principal fue dotar de utensilios básicos para el que hacer de las familias. hoy esta actividad tiene solo objetivos turísticos, destacándose este sector a nivel regional.

HISTORIA.-

Unihue es un apacible rincón de Hualqui que parece salido de un libro de realismo mágico. Ubicado a 15 kilómetros al sur de la comuna, este hermoso pedazo de tierra de "La República" se yergue hoy con la figura de pueblo, dejando atrás su antigua estirpe de caserío.

La historia de Unihue, cuna de familias tradicionales del sector como los Varela, Lara, Silva, Sanhueza y Arriagada, estuvo siempre ligada al tren, debido a la importancia que este medio generaba en el traslado de piedras procedentes del sector de Gomero para la construcción de los diques secos de Asmar. De hecho, su punto neurálgico ha sido siempre la Estación, recinto que fue construido junto con el Ferrocarril Talcahuano-Chillán y Angol, e inaugurado en 1873. Luego pasó a formar parte de la Red Sur de Ferrocarriles del Estado, y hoy es parte del ramal San Rosendo-Talcahuano.

A comienzos del siglo pasado, la actividad vitivinícola fue otra importante faceta de Unihue, localidad que en voz mapuche significa "tierra de camarones", dada la abundancia de dicho crustáceo en las zona.

Muchas historias y leyendas rondan en torno a la figura de Unihue. La más importante dice relación con la instalación en tiempos de la Colonia de una importante misión jesuita, quienes impulsaron la evangelización de los indígenas de la zona y entregaron el conocimiento para la fabricación de tinajas, adobe, tejas y ladrillos.

Cuenta la leyenda que al momento de la expulsión de los jesuitas de Chile, uno de los sacerdotes escondió una hermosa estatuilla de la Virgen labrado en oro en el llano de Unihue, en lo que fue la ruta de escape al puerto de Coronel.

Unihue fue también conocido por varias escaramuzas entre el Ejército Libertador y los españoles. De hecho, la más recordada es el "barrido del llano" acaecida en el sector de "Artillería" (talón del cerro), cuyo nombre rememora la hidalga resistencia del ejército de Ramón Freire, quien repelió el avance realista en ese mismo sector. El objetivo de los españoles era tomar control de Talcamávida, dada la importancia estratégica de sus vados.

En el llano de Unihue se han encontrado diversos artículos de épocas como espuelas, martillos de pistolas y reliquias, que dan cuenta de su importante pasado histórico.

Las leyendas también abundan en Unihue. La más significativa corresponde a extraños sucesos que acontecen en el llamado "valle de los jesuitas", en donde según lo lugareños no es extraños los avistamientos de un monje, insólitos ruidos e incluso música de ignota procedencia.


PUMANQUE.-

Localidad ubicada a 100 kms. al suroeste de San Fernando. Este sector constituye otra de las localidades de la Vl región donde la artesanía es la protagonista que atrae a turistas nacionales y extranjeros.

Su principal característica la constituyen los tejidos trabajados en rústicos telares, con lanas naturales, teñidas con raíces y productos vegetales dando forma a mantas, frazadas, chalones y chamantos.


 SANTA CRUZ.-

Ubicado a 42 kms. al oeste de San Fernando, accediéndose por camino pavimentado. En la Plaza de Armas, se encuentra un singular Reloj Carillón. Otro de los atractivos que posee, es que anualmente se lleva a cabo el Concurso Nacional de Composiciones Inéditas de Cuecas, baile típico nacional.

En Santa Cruz y sus alrededores hay una gran variedad de productos locales de distinto tipo(vestimenta y gastronomía) que bien vale la pena conocer.
En el centro urbano, en los bordes de la plaza también podemos encontrar productos artesanales. En los últimos años y con el auge del turismo se han instalado algunas tiendas de artesanía y orfebrería con productos muy exclusivos y de gran calidad, destacan las joyas fabricadas con teatina, paja de trigo más fina que la usada para elaborar chupallas.

Productos en cuero finamante trabajados y artículos de huaso se puden encontrar en algunas tiendas de calle Casanova.

Estos pueden son exhibidos en los distintos eventos populares que se realizan en la plaza, como la Feria Gastronómica y la Fiesta de la Vendimia.


En Santa Cruz existe el Museo de Colchagua, ubicado en Avenida Errázuriz 145. El museo pertenece a la Fundación Cardoen, entidad cultural sin fines de lucro.

La colección está organizada en 11 secciones:

Paleontología, Paleoindio en Chile, Arte Pre-colombino, Conquista y Colonia, Arte Litúrgico, Independencia, República y Guerra del Pacífico, Folklore, Aperos de Huaso y Carruajes, Maquinarias Agrícolas y Viña, Equipos de Agua, Líticos exteriores Paleoindio.


PALMILLA

Ubicado a 37 kms. al oeste de San Fernando. En este lugar se realiza trabajo artesanal con la greda extraída de los cerros, trabajada y preparada por las manos de las mismas artesanas, al igual que su cocción y pintura. Es posible adquirir esta artesanía en el camino público Lihueimo y/o en la localidad Población de Valle Hermoso.

Bastó poco tiempo para que un grupo de mujeres del sector de Lihueimo –en la comuna de Palmilla, Valle de Colchagua– se entusiasmara en aprender un nuevo oficio, algo muy distinto a las labores domésticas a las que estaban acostumbradas. Era mediados de la década de los setenta cuando la dueña del entonces conocido Fundo Lihueimo, María Mackenna de Errázuriz, comenzó a incentivarlas para que ampliaran sus conocimientos, confeccionando distintas figuras en greda. Buscaba ayudar a quienes trabajaban junto a ella y, al mismo tiempo, rendir homenaje a su hija María Josefa, quien justo antes de morir repentinamente en un accidente guardó en una caja un pequeño pesebre que ella misma había hecho en este noble material.

Sus trabajos iniciales los desarrollaron en una comunidad de Palmilla; allí, además de tejer y bordar, comenzaron a hacer sencillos jarrones que sirvieron de base para que estas mujeres aprendieran algunas técnicas del trabajo en greda. Fue sólo cosa de tiempo para que se transformaran en expertas. Luego María Mackenna –quien murió en mayo pasado– les habló de hacer pesebres. Ellas aceptaron y con el tiempo les otorgaron un sello distintivo: a las figuras ya existentes sumaron pastores, gallos, huasitas… convirtiendo la escena en un pesebre "a la chilena".

Al tiempo realizaron su primera exposición en una antigua casa del sector, empezaron a vender y, con un porcentaje de sus ganancias más algunas donaciones, construyeron el Centro de Madres María Josefa Errázuriz Mackenna; paralelamente buscaron ayuda en Santiago para darse a conocer. Tras tocar muchas puertas dieron con Lorenzo Berg –entonces organizador de la Muestra Internacional de Artesanía de la Universidad Católica– quien quedó fascinado con las figuras que le presentaron. Paños y manteles bordados con representaciones típicas del campo chileno también fueron parte del muestrario.

Entre risas las artesanas recuerdan sus primeras experiencias en esta feria, con limitadas técnicas y objetos de greda que se deshacían en las manos al estar completamente crudos. Con los años la situación cambió, y de manos de Vania Roa –experta en artesanía– recibieron la capacitación técnica necesaria para avanzar en sus labores artesanales: "Ella nos enseñó a trabajar la greda porque estaba con la inquietud de que esta artesanía no desapareciera", cuentan las artesanas sentadas en un círculo a la entrada del lugar donde se ubica algo así como su centro de operaciones, y en el que se reúnen los lunes cada quince días.

Los demás avances vinieron por cuenta propia. Aprendieron a moldear, quemar y pintar figuras que contaban cada vez con más detalles, siendo la vida que las rodeaba fuente de inspiración para sus creaciones: "Distintas escenas que veíamos acá las recreábamos. La señora María no nos dejaba copiar nada, así es que las mismas costumbres, procesiones, huasos, fiestas navideñas y hasta un pesebre gigante que realizamos con la gente para Navidad los traspasamos a la greda", dicen.

Dependiendo de la figura el proceso puede durar hasta un par de meses: sacan la greda del cerro, la moldean, luego hacen su quema y finalmente la pintan con tierras de colores preparadas con huevo. Algunas figuras, además, las trabajan con alambres.

En los últimos años los más pequeños también han sido protagonistas en esta historia, ya que asisten a cursos donde se les enseña esta artesanía. El fin es que esta tradicional labor siga heredándose de generación en generación, por lo que las artesanas les han transmitido parte de los conocimientos de un oficio que nadie quiere que desaparezca.Fuente: VYD

Junto a la manifestación artesanal asociada a la greda, es posible encontrar en la comuna de Palmilla, artesanos cultores en cuero, piedra, madera y bordados.

Otras actividades folclóricas que se realizan en este sector son: Muestra Nacional de Cantores y Payadores Populares (últimos días de enero y primeros días de febrero); Rodeo Inter asociaciones (febrero); Competencia Comunal de Cueca (abril); Vigilia de la Cruz de Mayo, por los cantores a lo Divino. Casa habitación de don Clemente Moraga, con la participación de cantores de la comuna y localidades aledañas (mayo); Vigilia a la Virgen del Carmen por cantores populares (Último domingo de septiembre); Fiesta de la Primavera, donde participan todos los sectores (noviembre).


Marchigue.-

Localidad ubicada a 77 kms. al oeste de San Fernando. Este lugar se destaca por su tradicional artesanía, expresada en lanas, fibras y pajas, sobresaliendo los trabajos como alfombra de sigal, chupallas de teatina y paja silvestre, al igual que frazadas y mantas confeccionadas a telar, cuya materia prima es lana cruda, hilada en rústicos husos.

Dentro de las artesanías y costumbres típicas de la comuna se encuentran la construcción de molinos de viento, la construcción de coches de caballos de 2 ruedas llamados "cabritas" en una deformación de la palabra "cabriolet", como se conoce a ese tipo de carruaje en Europa.

El devastador terremoto de 2010, denominado de Cauquenes, redujo a escombros casi todas las construcciones de adobe descritas como reliquias patrimoniales de Marchigüe derribando verdaderos trozos de su historia y sepultando invaluables objetos artísticos y artesanales que seran irrecuperables de no mediar un apoyo estatal destinado a la reconstrucción de los volúmenes arquitectonicos, los que podrían adaptar sus interiores a una funcionalidad moderna sin desmerecer sus exteriores clásicos. El padre Gabriel Guarda O.S.B. en su calidad de arquitecto e historiador, hizo un sentido llamado a la autoridades con ese propósito tras evaluar la mayor devastación de la arquitectura colonial rural de nuestro país. (El Mercurio, 7 de Marzo de 2010)


PELEQUEN.-

Pueblo pequeño, ubicado a 35 kms. al sur de Rancagua. Sobresale su artesanía en piedra rosada, trabajada por los artesanos del lugar y que adquiere diversas formas como bases para mesas de centro, pastelones, adoquines y fuentes de agua.

La piedra rosada se extrae de una cantera, algunos metros al sur del puente Rigolemu. Se trata de un cerro rosado desde el cual los artesanos extraen la roca, tal como en los tiempos antiguos, con pólvora casera ( mezcla de carbón, salitre y azufre). Luego tallan la piedra, dándole forma con cincel.


LA LAJUELA.-

Distante a 8 kms. al suroeste de Santa Cruz. Se caracteriza por la producción de chupallas, sombreros y otros artículos confeccionados en teatina, fibra vegetal, la cual, una vez cortada y seleccionada, se tiñe y seca para ser trenzada a mano.

En las casas de los artesanos es posible adquirir esta artesanía tan apetecida por el hombre del campo y parte importante del atuendo típico característico del huaso.

Vale la pena conocer La Lajuela porque conserva intacto el modo de vida rural de la zona central y por la belleza de sus paisajes, donde se pueden apreciar unas vistas panorámicas espléndidas del Valle de Santa Cruz.


LOLOL .-

Ubicado a 37 kms. al suroeste de Santa Cruz.

Este pueblo se ha convertido en un importante centro de servicios para los visitantes, quienes además pueden adquirir artesanía típica, entre la que destacan sombreros y chupallas de paja teatina, mantas, frazadas, ponchos y tejidos a telar con lana cruda, la cual es teñida con productos naturales, sobresale también su tradicional arquitectura colonial, basada en construcciones de adobe, tejas y corredores.

Por ubicarse en la ruta que conduce a Bucalemu (Comuna de Paredones), Vichuquén y Llico (Región del Maule). La producción agrícola es de cultivos de secano y producción de uvas de exportación.


CUREPTO.-


Esta pintoresca localidad ubicada a 75 kms. al oeste de la ciudad de Talca, se destaca por

sus calles y las construcciones coloniales con corredores.

En la Plaza, se encuentra la iglesia Nuestra Señora del Rosario, construcción de iglesia

típica chilena, de doble adobe, edificada hacia 1835. Todo el sector descrito fue declarado

"Zona Típica" en 1990.

Sobresale, en toda la comuna, la artesanía en lana cruda, fabricando mantas, frazadas,

alfombras y calcetines.

Artesanía en cuero:


Podemos decir que esta actividad se desarrolla en la comuna en forma importante, existiendo

sectores que se dedican artesanía en cuero teniendo como especialidad la confección de

cinturones, estuches, billeteras, pulseras de reloj, etc.

Artesanía en Greda.


Destaca además en Curepto la artesanía realizada en greda a través

de la confección de maceteros, jardineras, fuentes de todas las formas y otros adornos

variados.

Artesanía en Lana:


Otro tipo de artesanía tradicional existente en Curepto es la artesania en lana.

Artesanía en Madera:

Destacado en la artesanía en madera, don Hugo Arancibia Saavedra diseña y realiza finos trabajos los que ha expuesto en diversas locaciones.

Curepto significa en mapudungun "donde corre el viento". La comuna fue fundada el año 17 de

noviembre de 1790. Está ubicada en la Provincia de Talca, Región de El Maule, a unos 380

kilómetros al sur oetes de Santiago.

HISTORIA.-


Antes de la llegada de los españoles los nativos de la zona vivían generalmente agrupados en

caseríos...en lo que respecta a la comarca de Curepto, había caseríos de importancia en

Huenchullamí y en la jurisdicción de Peteroa (Huaquén, Tonlemo, Pequén y alrededores), Lora

era uno de los caseríos principales, que no estando en territorio cureptano, es influyente

por su proximidad y por lo relativamente fácil que era cruzar el río Mataquito por el

balseadero (lugar frente a Lóra-Huapi), de esta manera Lora es un caserío que tiene relación

con la zona de Curepto.

La agricultura proporcionaba lo más esencial para la alimentación, siendo el maíz el

elemento principal que junto con el poroto lo habían introducido los conquistadores súbditos

del lnca peruano.


Los aperos de labranza eran muy sencillos, casi siempre se reducían a un palo de espino, con

que removían superficialmente la tierra, al cual se le ataba en la extremidad superior una

piedra horadada. En ambas orillas del Mataquito se han descubierto restos de canales y

piedras agujereadas, que atestiguan que en dichas partes las faenas agrícolas no fueron

pocas.

Sus vestidos consistían en cueros y después en tejidos teñidos con raíces de árboles,

trabajo que habían aprendido después de la conquista de los incas.


CHIMBARONGO.-

Ubicada a 20 kms. al sur de San Fernando. Es la cuna de la artesanía en mimbre del país, la cual se exhibe y se vende en forma permanente en locales ubicados a ambos lados de la Carretera Panamericana. Esta artesanía se expresa en formas de canastillos, paneras, baúles, amoblados completos, entre otros.

Los indígenas conocían Chimbarongo como "la extraña zona de tinieblas". El pueblo se desarrolló gracias a la industria del mimbre, siendo hoy en día su principal actividad ya que de los 10 mil habitantes, cerca de 4 mil trabajan en la artesanía del mimbre.

La primera mata de salix vitimanis, nombre científico del mimbre llegó proveniente de Asia Menor y se adaptó muy bien al clima de la zona.

Sus principales atractivos, además de la artesanía en mimbre son: Iglesia de la Merced, templo de San José de Leñadura y Viña Santa Elisa.


DOÑIHUE.-

25 kms. al suroeste de Rancagua.

Centro artesanal, conocido a nivel nacional, tanto por sus chamantos, como por sus bebidas alcohólicas, entre las que se encuentran: variedad de chichas, chacolí y aguardiente.

La principal característica de Doñihue es su artesanía, de gran prestigio nacional, basada en la confección de las coloridas mantas, chamantos y fajas, tejidas a telar con técnicas ancestrales y que son partes importantes del atuendo usado por el huaso, personaje típico chileno.

La mayoría de las artesanas dedicadas a este difícil arte se encuentran en el sector denominado Camarico, ubicado al sur del núcleo urbano.


Cestería de Rari

En la Región del Maule, a 22 kilómetros de la ciudad de Linares, en un poblado levantado alrededor de una calle larga, llamado Rari –que proviene del Mapuche raren, que designa a un arbusto silvestre–, cuenta con una tradición oral que asegura que el arte de tejer el crin de caballo tiene más de doscientos años. 

El oficio se ha mantenido casi intacto en el tiempo gracias al relativo aislamiento geográfico de sus cultoras, quienes para elaborar esta cestería tradicional utilizan el pelo de la cola del caballo, que no es el mismo que el de la tuza. El primero es fino y maniobrable, mientras que el segundo es duro y más grueso.

Tal selección, que parece tan simple, es precisamente lo que ha permitido que la estética de sus piezas –que se valen de torcidos, trenzados y tejidos– sea consistente a lo largo de los años. Antes, eso sí, las artesanas solían combinar el crin con raíces de álamo. Como lo dice su palabra, cista en latín, la cestería se entendía como el arte de entretejer fibras, pero estas eran principalmente de origen vegetal. Las artesanas se surtían de todo tipo de plantas endémicas. Hojas, ramas y raíces que con ingenio convertían en objetos utilitarios, decorativos, ornamentales o para vestir.

La fibra vegetal la conocían y manejaban al revés y al derecho: elegían las raíces de álamo porque se trataba de una fibra fina y, al mismo tiempo, firme, que le daba estructura al tejido. Sin embargo, cuando se incorporaron elementos químicos a los campos que las rodeaban, recuerdan las artesanas, la fibra se engrosó y poco a poco, por selección natural, comenzó a quedarles solamente el material que podían conseguir de sus propios caballos

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