Biografías de los Heroes

Biografías

Arturo Prat

BIOGRAFÍA ARTURO PRAT CHACÓN

Arturo Prat Chacón

Familia Prat

El origen de los Prat se encuentra en España. Allí nació Isidro Prat Camps, bisabuelo de Arturo, labrador de la tierra, quien tuvo cuatro hijos: José, Narciso, Ignacio y Pedro.

Ignacio, nacido en 1770, se inclinó por el comercio y trabajó como un exportador de géneros, principalmente a Argentina. Por razones que aún se desconocen, emigró a Chile, en donde formó una familia en 1811, al casarse con Agustina del Barril.

Tuvieron cuatro hijos, de los cuales sólo dos sobrevivirían, Agustín y Clara. Agustín se dedicó al comercio y abrió una tienda en la capital, en donde conoció a María Luz del Rosario Chacón Barrios, con quien contrajo matrimonio en 1838.

Sus padres

Padres de Arturo Prat Chacón

La joven pareja formada por Agustín Prat del Barril y Rosario Chacón Barrios se casó el 26 de octubre de 1838 y se estableció en Santiago: abrieron una tienda que un tiempo después fue completamente quemada en un incendio y se quedaron arruinados, por lo que tuvieron que abandonar la capital y trasladarse a la hacienda San Agustín de Puñual en Ninhue, provincia de Ñuble, en ese entonces explotada por Andrés Chacón, hermano de Rosario.

Continuaron viviendo un sino trágico: tres de sus hijos murieron en la más temprana niñez y Agustín contrajo una enfermedad incurable (parálisis progresiva), que lo fue destruyendo. Sería en esa hacienda donde verían nacer a su cuarto hijo, Arturo Prat Chacón.

Niñez e infancia

Llevaban los padres viviendo juntos una década, cuando el día 3 de abril de 1848 nació su hijo Arturo. De salud delicada, parecía que el niño estaba condenado a seguir el destino de sus demás hermanos. De principio no gritó al nacer y fue un niño de contextura muy frágil. Su madre, no obstante, estaba dispuesta a luchar. Confió la salud de su hijo a la hidroterapia y los sudores hidropáticos del llamado método Priessnitz, desarrollado por Vincent Priessnitz.

El padre fue tentado por la fiebre del oro de California, por lo que se aventuró con otros chilenos a probar fortuna en los Estados Unidos, aventura que le costó la ruina económica: la familia se vio obligada a vender la hacienda, por lo que debieron regresar a la capital chilena.

La familia Prat encontró solvencia con una chacra, situada en la actual comuna de Providencia, que poseía Pedro Chacón, en las entonces cercanías de la ciudad. Allí transcurrieron los años de infancia del futuro héroe.

Se fue desarrollando físicamente, dejando atrás su condición "casi raquítica y enfermiza", según la descripción de su tío Jacinto Chacón. Se le atribuyó el cambio al método Priessniz, pero lo más probable es que fuera resultado del ambiente estimulante de la chacra, de su afición por los ejercicios físicos y al espíritu de superación que le inculcó desde temprano su madre.

En 1854, se vendió la chacra y la familia se trasladó a una modesta casa en la calle Nueva de San Diego, llamada hoy día Arturo Prat. Dos años más tarde, el niño inició sus estudios en una escuela inaugurada ese año en la misma calle, la cual se conocía como la "Escuela de la Campana", debido a una torre con una campana que tañía para llamar a las clases. El director de esta escuela era un connotado profesor, José Bernardo Suárez.

Alumno de buena conducta, a excepción de pleitos y travesuras propias de la niñez, tenía problemas con las matemáticas, específicamente con la aritmética, pero logró superarlos y obtener distinción el año 1856 en lectura, geografía, religión y la propia aritmética.

Dejó la escuela el 25 de agosto de 1858, y el día 28 de ese mismo mes ingresó en la Escuela Naval del Estado, futura Escuela Naval Arturo Prat.

Juventud de mar - La Escuela Naval

Arturo Prat, Jacinto Chacón (tío de Arturo) y Luis Uribe.

Fotografía tomada el día del ingreso de Arturo Prat a la Escuela Naval.

Prat ingresó a la Escuela Naval gracias a las becas creadas por el presidente Manuel Montt Torres para el ingreso a esa institución. Eran dos becas por provincia, una de Arauco toca a Prat, otra a Luis Uribe Orrego. Ambos tenían como apoderado a don Jacinto Chacón (tío de Arturo y padrastro de Uribe), convirtiéndose los dos niños en casi hermanos.

Dirigía la escuela por esos años el francés Juan Julio Feillet, secundado por otro francés, don Anatolio Desmadryl. Forman parte el joven Arturo y su amigo Luis, del llamado "curso de los héroes", integrado, entre otros, por Carlos Condell de la Haza, Juan José Latorre y Jorge Montt Álvarez, todos ellos personajes destacados en la futura Guerra del Pacífico.

Su primer año sería irregular en los estudios, distraído, continúan sus dificultades con las matemáticas. Pero al igual que en la escuela, se sobrepone y logra una medalla de plata por sus logros.

En 1859, su segundo año como cadete, los alumnos deben iniciar el aprendizaje náutico. Su primer viaje de instrucción se realizó en el vapor "Independencia" con maniobras de vela y aparejo, para seguir después con las prácticas de marinería y artillería.

En enero de 1860, Arturo Prat aborda por primera vez la casi nueva "Esmeralda". Sigue su aprendizaje náutico: embarque y desembarque, simulacros de combate y otros. En julio de 1861 egresa de la Escuela Naval, siendo "primera antigüedad" (el más distinguido del curso). Obtiene el grado de guardiamarina sin examen.

Continuó los viajes de práctica, siempre en la "Esmeralda", a la cual cariñosamente se le apoda La Macarrona, donde ocurrieron hechos dignos de destacar, como el incidente del "Infernal".

El "Infernal" era una nave francesa, en donde se almacenaba todo tipo de explosivos y municiones. Por ende, podría hacer honor a su nombre si alguna vez se incendiara. Y esa vez llegó el 1 de octubre de 1861, al aparcar una nube de humo negro sobre la nave, ubicada en la bahía de Valparaíso. Se encontraba allí mismo la "Esmeralda", que envió inmediatamente botes a aplacar el siniestro. Uno de estos botes era conducido por el guardiamarina Arturo Prat, quien después de dos horas de lucha contra el fuego debió retirarse de la nave con los demás marineros, produciéndose el daño temido, en barcos y edificios aledaños.

Guerra con España - Prat en su juventud.

El 21 de julio de 1864 Prat da la prueba de teoría y práctica necesaria para pasar de guardiamarina sin examen a guardiamarina examinado, pasándola destacadamente. Ese mismo año se producían incidentes que desembocarían en la guerra contra España, detonada por la desaprobación chilena frente a la ocupación de las islas Chincha (peruanas) por la escuadra española. Declarada la guerra, sería el bautismo de fuego para Prat y sus compañeros.

Comandaba la "Esmeralda" por aquél entonces, Juan Williams Rebolledo, quien planeó la recuperación del vapor chileno "Matías Cousiño" y la captura de la goleta española "Covadonga". El día 26 de noviembre de 1865, acaeció el combate naval de Papudo, el cual rápidamente se inclinó al bando chileno, superior en poder de fuego, quien capturó al barco vencido. La captura de la "Covadonga" repercutió en que todos los marineros partícipes del acto fueran ascendidos en un grado, convirtiéndose Prat en teniente segundo. Con deseos de compensar la derrota de Papudo, la escuadra española buscó otro enfrentamiento con las naves aliadas (a Chile se le sumó en la guerra el Perú y Ecuador).

Los esfuerzos de revancha, se realizaron en las cercanías de Chiloé, en el llamado combate naval de Abtao, el 7 de febrero de 1866. El combate fue solamente de artillería entre la "Covadonga" y las naves hispanas "Villa de Madrid" y "Blanca", pues las otras naves aliadas quedaron inutilizadas por falta de carbón o por lo rocoso del estuario. Prat servía entonces en la "Covadonga", nave que resistió con fortuna el bombardeo hispano. No hubo bajas en los aliados, mientras que los españoles tuvieron dos muertos. Las naves aliadas estaban, al momento del combate naval de Abtao, al mando del capitán de navío AP Manuel Villar en reemplazo de Juan Williams Rebolledo, quien había partido el 5 de febrero, a Ancud con la "Esmeralda", en procura de carbón y víveres, para los BAP "Unión" y "América" que habían arribado el día anterior a los canales de Abtao, luego de una larga travesía desde el Perú.

Joven oficial

Guardiamarina Prat

Tras la guerra, Prat realizó numerosos viajes marítimos, en el interior y el exterior, por ejemplo a las islas Juan Fernández e isla de Pascua (en la corbeta Esmeralda al mando de Policarpo Toro), Magallanes y al Perú. Durante este último viaje, realizado en 1868, se encargó de transportar auxilios a los afectados del terremoto de 1868 de ese mismo año; y luego repatriar los restos de Bernardo O'Higgins, sirviendo a las órdenes de Manuel Blanco Encalada.

El 9 de septiembre, Prat se convirtió en teniente primero. Entonces el futuro héroe vuelve a la Escuela Naval, pero esta vez como instructor. Desde 1871, sería oficial detall (ayudante de segundo comandante) de la "Esmeralda", por lo que le correspondían diversos cargos en la escuela (profesor, subdirector, director interino), encomendándosele los cursos de ordenanza naval, derecho, táctica naval, cosmografía, etc. Igualmente tuvo que estacionarse cuatro años (1871-1874) con la corbeta en el puerto de Mejillones. Alcanzó los grados de capitán de corbeta graduado (1873) y efectivo (1874). Fue un esforzado profesor, que luchó contra la falta de recursos del medio para impartir una educación de calidad. Realiza él mismo las traducciones de los libros del francés al español.

Le cupo enfrentar una situación particular a Prat por aquellos años. El 24 de mayo de 1875, se encontraba la "Esmeralda" en Valparaíso, mientras Prat guardaba licencia por estar enfermo. El comandante del barco, Luis Alfredo Lynch, también se encontraba con licencia, estando la nave a cargo del teniente Constantino Bannen. Estalló un violento temporal en la bahía, el "Valdivia" rompió sus amarras y se precipitó a la "Esmeralda", que por su parte impactó con el "Maipo". Parecía inevitable el naufragio de la "Esmeralda", cuando llegaron Prat y Lynch. Lograron éstos ser transportados por los boteros al navío, pero las olas violentas inmovilizaron la embarcación. Arturo Prat se arrojó al agua y nadó hasta el buque subiendo por una cuerda (como lo hiciera instantes antes Lynch), donde trabajó febrilmente con una cuerda atada por la cintura al mástil, para realizar las maniobras de salvamento. Consistía ésta en varar la nave de proa contra la playa y asegurarla allí mediante cordajes. No resultó fácil, pero al fin, se logró la varazón. Luis Alfredo Lynch recordaría después "la imperturbable serenidad ante el peligro" de Arturo Prat.

La reparación de la "Esmeralda" fue difícil y larga y su costo se elevó a 100.000 pesos. Lynch tuvo que enfrentar un sumario en su contra por las responsabilidades que le cabía, pero logró salvarse por un empate en la votación. Durante todo el sumario Arturo Prat siempre fue fiel a su superior apoyándolo en lo que pudo.

Concluidos los exámenes de mayo de 1876, el gobierno chileno cerró la Escuela Naval. Chile no necesitaba más oficiales, bastaba con los existentes, explicó el gobierno, a solo tres años de la guerra del Pacífico.

Prat, que dejó a Condell a cargo de la "Esmeralda", desembarcó y fue nombrado ayudante de la Gobernación Marítima de Valparaíso (por sus estudios de abogado). Era diciembre de 1876, ya era capitán de fragata graduado, pero a la nave de su destino solo volvería una vez iniciada la guerra.

En 1877, fue destinado por un tiempo a la Argentina en comisión de servicio.

Prat abogado- Los estudios

En 1870, Arturo iniciaría el camino de convertirse en abogado. A Prat siempre le habían interesado las leyes, por lo que decidió obtener un título profesional. Se inició con su egreso como alumno libre de Humanidades en el Liceo de Valparaíso y el Instituto Nacional. En el año 1871 consiguió la cédula del bachillerato en Filosofía y Humanidades, requisito para estudiar Derecho, encontrándose entre sus examinadores el reputado historiador Diego Barros Arana.

Al año siguiente empezó los estudios del derecho en propiedad, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, estudiando a bordo de la "Esmeralda", ese año en Mejillones. Regresado de su misión solicitó ser examinado en Valparaíso, aprobando los ramos requeridos. En 1875, inicia la práctica de la abogacía, requisito anterior al título, en un estudio jurídico porteño.

En julio de 1876, Prat aprueba los últimos cursos, está ahora listo para licenciarse, por lo que deberá sortear una cédula entre diversos ramos y dar examen sobre ella. Su cédula es derecho romano, que logra pasar los días 24, 25 y 26 de julio, junto con que lograsen aprobar su memoria "Observaciones a la ley electoral vigente ". Ahora el título está a un sólo paso, rendir el examen final ante los jueces de la Corte Suprema.

El 31 de julio de 1876, a las 11.00 horas, un capitán de corbeta con uniforme de gala y espada al cinto atraviesa los pasillos de la Corte Suprema de Justicia; viene a dar su examen final ante los jueces máximos exigido por la ley para ejercer la abogacía.

Pero sorpresivamente, Prat se entera que los jueces han resuelto no oír exámenes ese día. Insistió el novel abogado que había sido citado para aquel día y que su tiempo como marino era muy limitado, pidiendo una audiencia ante el presidente de la Corte Suprema Manuel Montt Torres. Convenció a éste de que se le dejara examinar, y finalizado el día y junto a los aplausos de los miembros del tribunal, Prat se convierte en abogado, a los 28 años de edad.

Con anterioridad a su examen final, ya Prat había desempeñado las labores de abogado al defender al ingeniero Ricardo Owen, acusado de desobediencia y después a su amigo y compañero Luis Uribe Orrego, acusado del delito de desobediencia y desacato a sus superiores. En la primera ocasión tuvo éxito, pero defendiendo a su amigo no tanto, pues fue condenado por seis votos en contra a seis meses de presidio. Una amnistía del Presidente salvaría a Uribe y a su carrera naval de este destino.

Jurista

Prat ejerció por muy poco tiempo su recién adquirida profesión. Se dedicó principalmente a resolver los problemas legales de los Chacon y los Carvajal, como también problemas relacionados con lo naval.

Aspiró a ser auditor de Marina, pero sólo fue investido como "ayudante" (principalmente debido a su escasa experiencia), encomendándosele los aspectos jurídicos de la Comandancia General de Marina. Además Prat tuvo que soportar recelos encubiertos y hostilidades de sus pares por el hecho de ser abogado, quienes le mantenían una cierta distancia por no considerarlo un militar pleno.

Aquí Prat realizó una remodelación completa al sistema legal de la armada, empezando por la Ley de Navegación, presentando 152 modificaciones a ésta, de las cuales gran parte fue aceptada.

También se encargó de regularizar el tema de los ascensos, para evitar que influyeran las relaciones sociales, los cuoteos políticos y otras cosas distintas del mérito propio y la antigüedad. Prat murió sin ver publicado este código de marina.

Observaciones a la lei electoral vijente..

Su tesis titulada Observaciones a la ley electoral vigente contiene importantes pistas acerca de su pensamiento político. Fue escrito en el marco de la promulgación de la nueva ley electoral, durante el gobierno de Federico Errázuriz Zañartu, en el que se establecía la institución de los mayores contribuyentes y el voto acumulativo para los diputados. Prat analiza esta ley según la perspectiva (un tanto ingenua) de que era posible con esta ley avanzar en la libertad electoral. Señala las contradicciones y oscuridades del texto, pero recalca que es una ley "eminentemente liberal".

Termina diciendo Prat:

"buena en el fondo, tiene la necesidad de serias e importantes reformas en materia de reglamentación, si ha de alcanzar el alto objetivo que está a ser destinada: ser garantía eficaz de que el resultado de las urnas sea feliz expresión de la voluntad nacional".

Como ya se dicho, en el texto se ven las ideas políticas de Prat, de corte netamente liberal (aunque un liberalismo común, "que está en el aire" se podría decir), y de una gran ingenuidad (ni con todas sus indicaciones la ley podría impedir la intervención del ejecutivo).

Hombre de familia - Noviazgo y matrimonio

Acostumbraba don Pedro Chacón a dar una o dos veces por semana alguna tertulia en su casa porteña. Arturo iba a ellas frecuentemente, al igual que lo hacía la cuñada de Concepción Chacón, Carmela Carvajal. En esas alegres tertulias se conocieron y enamoraron ambos, amor que duraría toda la vida. De regreso del viaje que repatrió desde Perú los restos mortales de O'Higgins, trajo Prat regalos para Carmela, un costurero, un abanico, una cruz de plata y un tarjetero de marfil.

La relación era muy obvia pero muy reservada para Prat, se molestaba cuando hacían relación a su noviazgo. Además de la timidez natural, otra de las razones por la que se molestaba Prat era el temor de formalizar una relación para la cual no tenía el dinero con que mantener un matrimonio.

Cuando se enteró de que sería ascendido a capitán de corbeta, se decidió finalmente pedir la mano de Carmela, el año 1873. Un poco posterior a esto, se encuentra la única carta de amor de Prat a su novia llegada hasta nosotros:

"Mi Carmela, mi vida, mi tesoro, tengo que decirte, incluso el que te adoro cada día con más vehemencia, no lo hago ahora porque temo empeorarme. Recibe el corazón apasionado de tu Arturo".

El 5 de mayo de 1873 tocaban las campanas nupciales en la iglesia San Agustín de Valparaíso. Se tendió una alfombra roja, por la que pasó la radiante novia de 22 años, huérfana de madre y padre desde niña, crecida al amparo de sus hermanos que la relacionaron con la familia Chacón, que la adoptó como una más de la familia. Alta, esbelta y bella, se encontró con un Arturo Prat robusto, de amplia frente por su calvicie, espesa barba y de paso firme. Los bendijo el clérigo José Francisco Salas, a las 10.30 horas. Eran ya marido y mujer.

Prat trataba a su mujer como una igual, como una compañera (algo difícil de encontrar en la época decimonónica), encargándole por ejemplo del presupuesto familiar, y él mismo haciéndose cargo de algunos de los problemas domésticos: "A cada momento me parece que te veo rendida de mecer a nuestra hija, sin que a tu lado esté y compartir, aunque sea en pequeño, tus trabajos...".

Su Familia

Los recién casados pasaron su luna de miel en Quillota, desde donde se dirigían a las Termas de Cauquenes. Después, el esposo regresó a Valparaíso, para retomar sus deberes navales. Sólo en octubre se reuniría de nuevo con su mujer.

Para esa fecha, Carmela estaba embarazada de su primera hija. Prat anotó para el acontecimiento del nacimiento de su hija:

"El 5 de marzo nació Carmela de la Concepción a las 9.35 AM, en circunstancias que el día anterior me había ido yo a Santiago... El 5 de abril fue bautizada en la Parroquia del Espíritu Santo, siendo los padrinos la Conchita con José Jesús... "

"Se me figura que ha de estar muy viva, risueña, juguetona... Anoche soñé con ella y parecía que me conocía y aunque con carita un poco afligida, me echaba los bracitos al cuello..."

Pero al igual que los malogrados hermanos mayores de Prat, la niña heredó una contextura en extremo frágil y enfermiza. Arturo le escribe a Carmela: "Continúa usando la homeopatía para mi hijita y avísame luego que esté sana". Tenía, sin duda, la esperanza que el método que (supone él) le curó su condición endeble, hiciera las mismas maravillas en Carmelita.

Pero no funcionaba, la vida de la niña se iba extinguiendo cada día más, para desesperación de una madre impotente y un padre desesperado en la plegaria.

"¡Pobre angelito!, ya no puedo verla, al menos quiero que esté sana".

El problema de Carmelita, una hernia causada por el retiro del cordón umbilical, al que se le agregaban diferentes males (diarrea, fiebre, etc.).

Para desesperación de Prat, al término de su estación anual, debe ser transportado al centro del país por el "Abtao", que no llega. El domingo 13 de diciembre finalmente llega el vapor y le escribe a su mujer: "Luego pues te voy a ver, como también a mi hijita que espero que esté completamente sana..."

Pero la niña había muerto hacía una semana, el día 5. Al anochecer le llega una carta desoladora de su mujer: "Arturo de mi corazón: nuestro querido angelito sigue mal; siento que mi corazón desfallece de dolor y tú no estás para sostenerme... Si te fuera posible venirte, sería mi único consuelo. No desesperes mi bien, piensa en tu infeliz Carmela"

Más desesperación para Prat, el vapor no podrá salir hasta el día 18.

Todas sus esperanzas fueron destruidas en el viaje, con una esquela de pésame, entregada en algún puerto intermedio, firmada por Juan José Latorre.

Anotó Arturo, al pie de la carta anterior de Carmela:

"El 5 de diciembre, a las 1 horas 3 minutos de la noche, murió mi hija Carmela de la Concepción. Esta carta es la destinada a anunciármelo, la amargura que revela debiera habérmelo hecho comprender, pero tan dulce es la esperanza".

Posteriormente, nacieron sus otros dos hijos: Blanca Estela y Arturo Héctor. Su único hijo varón nació a fines de 1878, durante su estadía en Argentina antes de la Guerra del Pacífico. Fue bautizado con su nombre en contra de su voluntad, pues él no quería que su hijo se llamara Arturo, sino que tuviera un nombre más heroico.

Guerra del Pacífico

Por encargo del Gobierno de Chile, y a raíz de las evidentes intenciones del gobierno argentino de marcar soberanía en la Patagonia, particularmente en el rio Santa Cruz, Prat realizó servicios especiales de inteligencia en Uruguay y la Argentina. Se estableció en Montevideo desde noviembre de 1878 hasta febrero de 1879 y desde ahí se desplazó varias veces a Buenos Aires. En ese lapso recopiló y trasmitió información a Chile, principalmente referida a las capacidades navales de Argentina, pero también del escenario político que se vivía.

Cuando estalló la guerra, Prat no era muy bien visto entre sus pares a causa de su preparación académica como abogado, lo cual hacía desconfiar de sus aptitudes como militar, y en cierto modo fue excluido de las primeras acciones y preparativos de la Armada, fue designado ayudante de la Comandancia General de Marina, puesto que a Prat le disgustaba, puesto que sentía que se le negaba su participación en las acciones de la Marina.

Cuando don Rafael Sotomayor Baeza debió ir a Antofagasta por instrucciones del Gobierno, solicitó un ayudante, siendo designado Arturo Prat. Prat, renuente en un comienzo, acató la orden y acompañó a Sotomayor y se ganó la confianza de este durante el viaje.

Estando ambos embarcados en el blindado «Blanco Encalada», fue designado para notificar el bloqueo de Iquique a sus autoridades peruanas, lo que realizó sin amilanarse de la actitud hostil de sus pobladores. Aparentemente Prat consiguió bajo las premisas de Sotomayor, el ser considerado en las acciones, cuando estuvo en Antofagasta.

Se le asignó el mando de la «Covadonga».

El 3 de mayo la corbeta «Abtao», al mando del Capitán de Corbeta Carlos Condell de la Haza y la «Covadonga», al mando de Arturo Prat, zarparon a Iquique recalando en ese puerto el día 10 de mayo.

Para dar cumplimiento al plan de atacar a la escuadra peruana en el puerto de El Callao , el Almirante Juan Williams Rebolledo designó como Comandante de la «Abtao» a Manuel Thompson, que comandaba en ese momento la corbeta «Esmeralda», siendo reemplazado por Arturo Prat y designando Comandante de la «Covadonga» a Carlos Condell de la Haza.

El 16 de mayo, la Escuadra zarpó a El Callao con el plan de sorprender a los buques peruanos, pero ese mismo día zarpaban desde ese puerto el monitor «Huáscar» con la fragata blindada «Independencia», con destino a Arica, con el objeto de llevar refuerzos, armamento, municiones y vituallas, cruzándose ambas escuadras, sin avistarse.

" ¡¡¡ Gloria y Victoria !!! "


Biografía Carmela Carvajal viuda de Prat

Carmela Carvajal con sus dos hijos: Blanca Estela y Arturo Héctor.

Infancia

Carmela Carvajal nació en Quillota el 16 de julio de 1851, hija de don Diego Carvajal y Zárate y de doña María Briones Insunza. Fue la menor de cuatro hermanos, quienes quedaron huérfanos a temprana edad (cuando Carmela tenía 11 años). Es por ello que Carmela se crió en la casa de su hermano José Jesús, quien estaba casado con doña Concepción Chacón, tía materna de Arturo Prat. Fue, a través de este vínculo que Carmela conoció al joven cadete, durante las tertulias a las que asistían tanto don Pedro Chacón como Concepción Chacón en la ciudad de Valparaíso. Así nació un amor que duraría toda la vida.

De regreso del viaje que repatrió desde Perú los restos mortales de O'Higgins, trajo Prat regalos para Carmela, un costurero, un abanico, una cruz de plata y un tarjetero de marfil.

La relación era muy obvia pero muy reservada para Prat, se molestaba cuando hacían relación a su noviazgo. Además de la timidez natural, otra de las razones por la que se molestaba Prat era el temor de formalizar una relación para la cual no tenía el dinero con que mantener un matrimonio.

Cuando se enteró de que sería ascendido a capitán de corbeta, se decidió finalmente pedir la mano de Carmela, el año 1873. Un poco posterior a esto, se encuentra la única carta de amor de Prat a su novia llegada hasta nosotros:

"Mi Carmela, mi vida, mi tesoro, tengo que decirte, incluso el que te adoro cada día con más vehemencia, no lo hago ahora porque temo empeorarme. Recibe el corazón apasionado de tu Arturo".

El 5 de mayo de 1873 tocaban las campanas nupciales en la iglesia San Agustín de Valparaíso. Se tendió una alfombra roja, por la que pasó la radiante novia de 22 años, huérfana de madre y padre desde niña, crecida al amparo de sus hermanos que la relacionaron con la familia Chacón, que la adoptó como una más de la familia. Alta, esbelta y bella, se encontró con un Arturo Prat robusto, de amplia frente por su calvicie, espesa barba y de paso firme. Los bendijo el clérigo José Francisco Salas, a las 10.30 horas. Eran ya marido y mujer.

Prat trataba a su mujer como una igual, como una compañera (algo difícil de encontrar en la época decimonónica), encargándole por ejemplo del presupuesto familiar, y él mismo haciéndose cargo de algunos de los problemas domésticos: "A cada momento me parece que te veo rendida de mecer a nuestra hija, sin que a tu lado esté y compartir, aunque sea en pequeño, tus trabajos...".

Su Familia

Los recién casados pasaron su luna de miel en Quillota, desde donde se dirigían a las Termas de Cauquenes. Después, el esposo regresó a Valparaíso, para retomar sus deberes navales. Sólo en octubre se reuniría de nuevo con su mujer.

Para esa fecha, Carmela estaba embarazada de su primera hija. Prat anotó para el acontecimiento del nacimiento de su hija:

"El 5 de marzo nació Carmela de la Concepción a las 9.35 AM, en circunstancias que el día anterior me había ido yo a Santiago... El 5 de abril fue bautizada en la Parroquia del Espíritu Santo, siendo los padrinos la Conchita con José Jesús... "

"Se me figura que ha de estar muy viva, risueña, juguetona... Anoche soñé con ella y parecía que me conocía y aunque con carita un poco afligida, me echaba los bracitos al cuello..."

Pero al igual que los malogrados hermanos mayores de Prat, la niña heredó una contextura en extremo frágil y enfermiza. Arturo le escribe a Carmela: "Continúa usando la homeopatía para mi hijita y avísame luego que esté sana". Tenía, sin duda, la esperanza que el método que (supone él) le curó su condición endeble, hiciera las mismas maravillas en Carmelita.

Pero no funcionaba, la vida de la niña se iba extinguiendo cada día más, para desesperación de una madre impotente y un padre desesperado en la plegaria.

"¡Pobre angelito!, ya no puedo verla, al menos quiero que esté sana".

El problema de Carmelita, una hernia causada por el retiro del cordón umbilical, al que se le agregaban diferentes males (diarrea, fiebre, etc.).

Para desesperación de Prat, al término de su estación anual, debe ser transportado al centro del país por el "Abtao", que no llega. El domingo 13 de diciembre finalmente llega el vapor y le escribe a su mujer: "Luego pues te voy a ver, como también a mi hijita que espero que esté completamente sana..."

Pero la niña había muerto hacía una semana, el día 5. Al anochecer le llega una carta desoladora de su mujer: "Arturo de mi corazón: nuestro querido angelito sigue mal; siento que mi corazón desfallece de dolor y tú no estás para sostenerme... Si te fuera posible venirte, sería mi único consuelo. No desesperes mi bien, piensa en tu infeliz Carmela"

Más desesperación para Prat, el vapor no podrá salir hasta el día 18.

Todas sus esperanzas fueron destruidas en el viaje, con una esquela de pésame, entregada en algún puerto intermedio, firmada por Juan José Latorre.

Anotó Arturo, al pie de la carta anterior de Carmela:

"El 5 de diciembre, a las 1 horas 3 minutos de la noche, murió mi hija Carmela de la Concepción. Esta carta es la destinada a anunciármelo, la amargura que revela debiera habérmelo hecho comprender, pero tan dulce es la esperanza".

Posteriormente, nacieron sus otros dos hijos: Blanca Estela y Arturo Héctor. Su único hijo varón nació a fines de 1878, durante su estadía en Argentina antes de la Guerra del Pacífico. Fue bautizado con el nombre de su padre, en contra de su voluntad, pues él no quería que su hijo se llamara Arturo, sino que tuviera un nombre más heroico.

Guerra del Pacífico y viudez

Con la llegada de la Guerra del Pacífico, Prat partió al norte de Chile, quedando Carmela nuevamente sola, a cargo de sus hijos.

El 21 de mayo de 1879 ocurre la muerte de Arturo Prat, mientras comandaba la «Esmeralda», durante el reconocido Combate naval de Iquique. Sólo dos días después la noticia de la batalla llegaría a Valparaíso, pero Carmela no supo de la muerte de su esposo hasta la noche del 24 de mayo. El Almirante Miguel Grau Seminario, capitán del «Huáscar», envió los objetos personales de Prat, diario personal, uniforme, espada entre otros a la viuda de Prat. Junto con ellos, Carmela Carvajal recibió una carta del Almirante peruano, demostrando la calidad personal de su rival, la hidalguía y sus altos valores morales, denominado luego "El Caballero de los Mares".

Tras haber quedado viuda, decidió irse a vivir a Curimón para alejarse del dolor que significó la muerte de Prat. En 1881 volvió a Valparaíso, y ese mismo año, su casa sufrió un incendio y lo perdió todo, excepto las queridas reliquias que Grau le había mandado. Cuando sus hijos ingresaron a la Universidad, Carvajal cambió su residencia a Santiago de Chile.

Carmela Carvajal, en una de sus últimas fotografías, recibiendo el homenaje del Comodoro peruano Goicochea.

Finalmente fallece el día 16 de agosto de 1931, víctima de un ataque de angina,

provocando un hondo pesar en el país debido a su valentía como mujer...


Miguel Grau Seminario Paita

Miguel Grau Seminario Paita, 1834 - Punta Angamos, 1879) Marino y militar peruano, héroe de la batalla naval de Angamos.

Hijo del teniente coronel Juan Manuel Grau Berrío, de ascendencia catalana, y de Luisa Seminario del Castillo, descendiente de antiguas familias de la región, su infancia transcurrió en Piura y más tarde en el puerto de Paita, cuando su progenitor fue nombrado vista de aduana.

En 1843, siendo todavía un niño, el pequeño Miguel se embarcó en una goleta comandada por Ramón Herrera, gran amigo de su padre, que hacía un viaje de Paita a Panamá. Lamentablemente la goleta naufragó y, a su regreso al hogar, su madre no estaba dispuesta a consentir ya nuevos embarques. Ingresó al colegio de Nieto, en el cual, según uno de sus biógrafos, Fernando Romero Pintado, "Miguel se torna taciturno. En el colegio está siempre distraído, callado, casi hosco. Apenas terminan las clases y en los días de vacaciones merodea por la playa...".

Contaba once años cuando doña Luisa, su madre, aceptó que volviera a cruzar los océanos. Recorrió entonces todos los mares y durante nueve años, según el historiador Alberto Tauro del Pino, el joven Grau "surca mares de Asia, Europa y América en diversos transportes y aún en buques balleneros".

Al regresar al Perú, en 1853, se radicó en Lima, donde fue alumno del poeta español Velarde y estudió para ingresar a la Marina. El 14 de marzo de 1854 se convirtió en guardiamarina y vistió el uniforme que cubriría de gloria. Navegó en los vapores Rímac, Vigilante y Ucayali antes de ser trasladado a la fragata Apurímac, donde sirvió con Lizardo Montero, otro ilustre marino piurano.

Cuando prestaba servicio en la Apurímac, el comandante de esta nave apoyó la revolución del general Vivanco. Tras el fracaso del movimiento, el joven oficial que formaba parte de la tripulación fue separado del servicio en 1858 y volvió a la Marina Mercante.

Llamado nuevamente, regresó a la Marina el 11 de septiembre de 1863, casado ya con Dolores Cavero, quien le dio nueve hijos. Ascendió a teniente segundo y el 4 de diciembre del mismo año, a teniente primero, para pasar pocos meses después a capitán de corbeta. Enviado a Europa para traer la corbeta Unión, llegó a Valparaíso en 1865, año en que fue ascendido a capitán de fragata, y desde el puerto chileno apoyó la revolución del coronel Mariano Ignacio Prado.

Siempre al mando de la corbeta Unión participó en el combate naval de Abtao, el 7 de febrero de 1866, y siguió hacia el sur hasta los canales de Chile, para esperar las nuevas naves adquiridas en Inglaterra. Cuando Prado, posponiendo a brillantes marinos peruanos, contrató al contralmirante norteamericano John Tucker para comandar la Armada, Grau protestó y presentó su renuncia, actitud que fue considerada como rebeldía. Fue preso en la isla de San Lorenzo y permaneció allí hasta que, después de un largo juicio, salió absuelto.

Pasó nuevamente a ejercer su profesión de marino en la actividad privada y tuvo el mando del vapor mercante Puno, propiedad de la Compañía Inglesa. A finales de 1867, regresó a la Marina en calidad de comandante del monitor Huáscar. El 25 de julio del año siguiente fue ascendido a capitán de navío y el 19 de abril de 1873 a capitán de navío efectivo, siendo después comandante general de la escuadra de evoluciones, durante siete meses. Pasó luego a ocupar el alto cargo de comandante general de la Marina.

En 1872, al estallar la revolución de los hermanos Gutiérrez, Grau encabezó el pronunciamiento de la Marina en contra de la dictadura. Al no ser escuchado para reorganizar y modernizar la Armada, ingresó a la política y fue elegido diputado por Paita en el período comprendido entre 1876 y 1878. Cuando Chile declaró la guerra al Perú en 1879, Grau aceptó dirigir la primera división naval a sabiendas de la superioridad que tenía la escuadra de ese país en tonelaje, número de barcos, cañones y espesor de blindaje, y conociendo el mal estado de las unidades peruanas.

El Huáscar, comandado por Miguel Grau

Inició su campaña en mayo del mismo año y en su primer combate hundió la corbeta chilena Esmeralda, salvando luego a los náufragos, lo que hizo que uno de ellos al llegar a la cubierta del Huáscar gritara agradecido "Viva el Perú generoso". El Huáscar realizó en los meses siguientes una serie de acciones sorprendentes frente a una escuadra tan poderosa como la chilena. Apresó transportes enemigos, requisó carbón de puertos chilenos y despistó constantemente a los buques chilenos que recorrían la costa en su busca. El congreso ascendió a Grau al grado de Contralmirante el 26 de agosto de 1879.

El primero de octubre de 1879 el Huáscar salió del puerto de Iquique, donde el transporte Rímac había desembarcado tropas bajo su protección, en lo que fue su último zarpe. Apresó una goleta al sur de Huasco y estaba en la costa de Coquimbo, territorio chileno, el día cinco. La marina chilena había cambiado mandos y ordenado su flota en dos divisiones para cazar al ya célebre monitor. Su plan tuvo éxito 8 de octubre de 1879 cuando descubrieron al Huáscar en alta mar, frente a Punta Angamos, acompañado de la Unión, en viaje hacia el norte.

La flota chilena, compuesta por seis barcos todos ellos superiores al Huáscar en blindaje y potencia de fuego, formaron un círculo para batirse con el buque insignia de la marina peruana. Grau ordenó a la Unión retirarse para distraer la flota enemiga, lo que se logró en parte porque dos corbetas chilenas salieron en su persecución. La Unión fue más rápida y consiguió escapar; el Huáscar en cambio fue encarado por el Cochrane, que con sus poderosos cañones logró perforar el blindaje del casco y la torre de mando.

El comandante Grau murió despedazado. El mando pasó a Elías Aguirre, que también murió. Correspondió el turno al teniente primero Melitón Rodríguez. Caído también él, tocó el mando al teniente Pedro Garezón, quien conversó brevemente con tres oficiales que quedaban vivos y ordenó hundir la nave porque ya se encontraba inmovilizada. Los maquinistas abrieron las válvulas, pero desperfectos de la maquinaria paralizaron la inmersión, dando tiempo a que llegaran los buques enemigos, abordaran el monitor y detuvieran su hundimiento. Miguel Grau pasó a la inmortalidad como un marino estratega y valiente pero generoso, que cumplió con sus proféticas palabras: "si el Huáscar no regresa triunfante al Callao tampoco yo regresaré".


Capitán de Corbeta, Carlos Condell

Nació en Valparaíso el 14 de agosto de 1843. Sus padres fueron Federico Cóndell y Manuela de la Haza.

Hizo sus primeros estudios en el Colegio de los Padres Franceses, donde permaneció desde 1849 hasta 1854.

A los quince años, en 1858, se incorporó como cadete de la Escuela Naval. Allí, junto a Arturo Prat Chacón, Juan José Latorre Benavente, Jorge Montt Álvarez, Francisco Javier Molinas Gacitúa, Luis Anacleto Goñi, Luis Uribe Orrego, Carlos Moraga Suzarte y otros, pasó a formar parte de lo que más tarde se llamó "El Curso de los Héroes".

El 15 de julio de 1861, fue nombrado Guardiamarina y tan solo cuatro años más tarde, se destacaba en el Combate naval de Papudo y Combate naval de Abtao en la Guerra contra España.

En su carrera ocupó cargos a bordo y en tierra y así, el 5 de abril de 1879, día de la declaración de la Guerra del Pacífico, a Perú y Bolivia, Carlos Cóndell fue nombrado Comandante de la "Abtao", posteriormente se le entregó el mando de la "Covadonga", goleta que habría de inmortalizar su figura, al dar un duro golpe a la Armada peruana, causando la pérdida de la fragata blindada "Independencia", a la cual obligó a encallar, en el Combate naval de Punta Gruesa, aquel glorioso 21 de mayo de 1879.

Poco después de haber sido ascendido a Capitán de Fragata el 16 de junio de 1879, fue nombrado Comandante de la cañonera "Magallanes". En este puesto, una nueva página en la historia se habría de escribir, al participar en el asalto y toma de Pisagua, el bloqueo de Arica y poco más tarde, el combate contra las fortalezas de Arica y el "Manco Capac".

Posteriormente, asumió el mando del "Huáscar", buque en el cual se cubrió de gloria como conductor y líder de quienes le seguían incondicionalmente. Sus acciones al norte y al sur de El Callao lo llevaron a tomar parte en numerosos acontecimientos, saliendo siempre airoso en cada encuentro y provocando el rechazo e irritación de los peruanos que, además, veían en él a una figura detestable.

El 21 de mayo de 1881, ascendió a Capitán de Navío y en diciembre fue enviado a Europa para regresar en 1884, siendo agregado al Ministerio de Marina, hasta el 3 de noviembre, fecha en que se embarcó como Comandante del blindado "Cochrane"

El 4 de abril de 1887, fue transbordado como Comandante del blindado "Blanco" donde, por poco tiempo, asume la jefatura de la Escuadra, pues una grave enfermedad le impide su ejercicio.

Ascendió al grado de Contraalmirante el 17 de agosto de 1887, grado en que lo alcanzó la muerte, acaecida en Quilpué, el 24 de noviembre de ese año. Sus restos fueron llevados el 26 de noviembre, en una ceremonia sin precedentes, a la cripta de los Héroes Navales en Valparaíso.


Ingeniero 2º Vicente Mutilla

Nació en 1847 y en su niñez fue condiscípulo con Arturo Prat Chacón en la llamada más tarde "Escuela de la Campana", en Santiago, en la calle Nueva de San Diego.

Vicente Mutilla, terminados sus primeros estudios en la mencionada escuela, ingresó enseguida como alumno en la Escuela de Artes y Oficios, donde se consagró principalmente al estudio de la mecánica y de las máquinas de vapor. Se incorporó a la Armada como Aprendiz Mecánico el 3 de julio de 1867 y fue ascendido a fines del mismo año al grado de Ingeniero de Tercera Clase, o Ingeniero 3o., según otra denominación.

Se embarcó en la corbeta "Esmeralda", que en ese entonces mandaba el Capitán de Fragata, con rango de Capitán de Navío desde 1865, don Ramón Cabieses. Allí permaneció hasta el 9 de julio de 1868 en que trasbordó a la corbeta "O'Higgins", con el mismo Comandante. En diciembre de ese año le tocó dirigirse al Perú en la Escuadra del Almirante Manuel Blanco Encalada, que trasladó a Chile los restos del Libertador Bernardo O'Higgins Riquelme.

El año 1870, siempre en esa corbeta, le tocó en suerte reencontrarse con su compañero de aulas en la Escuela de la Campana en Santiago, Arturo Prat Chacón, quien en el grado de Teniente 1o. asumió el cargo de oficial del detall. También se hallaban de dotación, entre otros, los Tenientes 2do. Luis Uribe Orrego y Francisco Segundo Sánchez Alvaradejo, con quienes habría de compartir más tarde en la cámara de oficiales de la "Esmeralda", antes del célebre Combate Naval de Iquique, llevado a cabo durante la Guerra del Pacífico.

El 1ero. de mayo de 1871 ascendió a Ingeniero 2do. y el 8 de ese mes se embarcó en la corbeta "Abtao" a las órdenes del Capitán de Fragata don Juan Esteban López. Allí alternó con el Guardiamarina Arturo Wilson Navarrete, otro de los futuros héroes de Iquique. Fue cambiado a la corbeta "Esmeralda" el año 1872, donde funcionaba la Escuela Naval, cuyo Director y Comandante del buque era el Capitán de Fragata don Luis Alfredo Lynch Zaldívar y su Segundo Comandante y Subdirector era el Teniente 1o. Arturo Prat, su amigo de la niñez.

Permaneció en la "Esmeralda" hasta el año 1873, en el que pasó al vapor "Valdivia". Al año siguiente, el 29 de abril de 1874 volvía a cambiar de buque, trasbordándose a la corbeta "Abtao" , que mandaba el Capitán de Corbeta don Jorge Montt Álvarez y buque que se mantuvo gran parte del tiempo de estación en Mejillones, cautelando los intereses de los chilenos residentes, en constante pugna con la autoridad boliviana.

El 10 de febrero de 1876 se cambió al blindado "Cochrane" , al mando del Capitán de Fragata don Enrique Simpson Baeza. En este buque fue a Europa, regresando en 1878. Permaneció allí hasta 1879, año en que fue trasladado a la corbeta "Esmeralda", donde entregó su vida en defensa de la Patria, en el Combate Naval de Iquique, el 21 de mayo de 1879.

La Armada ha recordado su nombre en un dique flotante adquirido a EE.UU. de N.A


Sgto. 2° Juan de Dios Aldea Fonseca

Juan de Dios Aldea Fonseca nació en Chillán en 1853. Hijo del profesor don José Manuel Aldea y doña Úrsula Fonseca. Su familia de modesta condición económica, por ascendencia paterna poseía un parentesco cercano con el Ministro del gobierno del General Bernardo O'Higgins Riquelme, don Juan Antonio Rodríguez Aldea, y padre del ilustre poeta chileno Luis Rodríguez Velasco.

Su niñez transcurrió en Santiago junto a sus abuelos paternos, don Juan de Dios Aldea y doña María Antonieta Contreras. Luego a los 8 años de edad fue llevado por su padre a la escuela franciscana de Chillán que él dirigía, donde se distinguió por su excelente caligrafía, don muy apreciado en aquellos tiempos, y manifiesto interés por los ejercicios militares.

A los 12 años de edad consiguió el permiso de su padre para vivir con su tía, doña Petronila Aldea de Gutiérrez y a varios de sus primos de alrededor de su misma edad. Entre ellos, Juan de Dios se hizo un hombre, que a los 16 años manifestaba un firme carácter, que era complementado con su pujanza física y su espíritu jovial y bondadoso. Lo que en un comienzo fue un juego, una ilusión, a los 19 años era una realidad.

El 01 de agosto de 1872, furtivamente se enroló como soldado voluntario en la Comisión de Enganche enviada por el Batallón de Artillería de Marina, existente en Valparaíso, cuerpo que dependía de la Comandancia General de Marina. Permaneció en la Primera Compañía de ese Batallón hasta marzo de 1874. En abril de ese año fue enviado en comisión a Valdivia. El 11 de mayo de 1874, después de haber permanecido como soldado durante 01 año, 09 meses y 10 días, asciende a Cabo 2º.

Permaneció en la Primera Compañía del Batallón hasta junio de 1877, con excepción de una comisión del servicio a Magallanes durante junio y julio de 1875. El 01 de enero de 1876 ascendió a Cabo 1º, después de permanecer 01 año y 07 meses como Cabo 2º. El 01 de enero de 1877 asciende a Sargento 2º, grado en el que alcanzó a permanecer durante 02 años, 04 meses y 21 días. En junio de 1877 se embarca en la corbeta "Esmeralda", y zarpa con su buque a recorrer el litoral, regresando a Valparaíso en noviembre del mismo año. En febrero de 1878 es transbordado al Pontón "Thalaba", donde permanece hasta marzo. En abril regresa a la Primera Compañía del Batallón.

En octubre vuelve al Pontón "Thalaba" por dos meses y luego regresa a su Compañía, siendo designado a la Guardia de la Intendencia de Valparaíso. Declarada la Guerra del Pacífico, en abril de 1879 es transbordado a la corbeta "Esmeralda". Su amor a la patria y a las armas era una cuestión heredada. El diario "La Discusión de Chillán" al referirse a los varones de la familia Aldea, señala que en su mayoría han sido hombres de armas. En efecto, muchos de esos Aldea, valerosos guerreros, dignos predecesores del héroe de la Esmeralda, entregaron sus vidas en los campos de batalla. Bien se podría afirmar que para el Sargento Aldea no se trataba más que de una vocación irresistible.

La consecuencia se cuenta entre sus principales virtudes. Ello se materializa durante la Guerra del Pacífico, en el Combate Naval de Iquique., el 21 de mayo de 1879, al acompañar a su Comandante, Arturo Prat Chacón, en el inmortal abordaje al monitor peruano "Huáscar", sin que lo intimidara la gran superioridad del enemigo. Aldea, cumpliendo fielmente con su deber, al darse la alarma del avistamiento del monitor "Huáscar" y la fragata blindada "Independencia, al toque de "generala" formó en el alcázar a sus 33 Artilleros de Marina que pronto rindieron honores a los pabellones patrios izados en las diferentes drizas de la corbeta, presentándoles armas, y batiendo marchas con su corneta y tambor. Cerca de las 08.00 horas, al toque de "atención" del Grumete Gaspar Cabrales, el Sargento 2º de Artillería de Marina, Juan de Dios Aldea Fonseca, se colocó en su puesto de combate, junto a su Comandante, el Capitán de Fragata Arturo Prat Chacón, ya que su deber era protegerlo durante el combate.

Allí escuchó la inmortal arenga de Prat. Al primer espolonazo del "Huáscar", acompañó a su Comandante en su heroico abordaje a la nave enemiga. Mientras el oficial caía con su cráneo destrozado, su fiel subalterno caía agónico afirmándose en una bita, junto al mástil del monitor. Tenía el cuerpo herido y sus miembros fracturados. Las balas le habían perforado el cuello, un costado del cuerpo, el brazo izquierdo y pierna derecha. Así permaneció durante el resto del combate, lo que lo desangró. Alrededor de las 19.00 horas del 21 de mayo de 1879, fue dejado por los peruanos en el muelle de Iquique, junto los cadáveres de su Comandante y del Teniente Ignacio Serrano Montaner .

Entrada la noche, alrededor de las 20.30 horas, fue recogido por el ciudadano italiano Adolfo Gariazo y otros extranjeros avecindados en Iquique, don Hilario Maino, don José Picconi, don José Paluneri, y llevado al hospital, donde sufrió la amputación del tercio superior de su brazo herido y posteriormente igual intervención en su pierna derecha, lo cual no logró superar, falleciendo el día 24 de mayo. Fue enterrado el día 25 en una fosa común y su cadáver exhumado el 01 de junio de 1881, gracias a la información dada por el joven español Feliciano Arego, quien había observado su entierro y a la comisión formada para ese efecto, presidida por el señor Adolfo Gariazo, señores Hilario Maino, Carlos A. Navarrete, Máximo Urízar, Pedro Mardones, Antonio Alfonso, doctor Cornelio Guzmán, Teniente de la Armada, Carlos Krug, Ramón Silva, Eleuterio Concha, Segundo Bueno y el notario público Eduardo Reyes Lavalle.

Su sacrificio y lealtad no pasaron inadvertidos para historiadores, poetas y testigos oculares, que dieron cuenta de su acción, agonía y muerte. El poeta Rubén Darío en su "Canto épico a las Glorias de Chile", le dedica unos versos exaltando su valentía y lealtad. La heroica muerte de Juan de Dios Aldea Fonseca ha quedado para siempre perpetuada en el nombre de una de las unidades de la Armada y de numerosas calles de las ciudades de nuestro país. Sus restos reposan en la Cripta del Monumento a los Héroes de Iquique en Valparaíso.


Vicealmirante Manuel Blanco Encalada

Uno de los forjadores de la Armada de Chile, cooperador incansable del Director Supremo Bernardo O'Higgins Riquelme en la creación de la Primera Escuadra Nacional y de la Escuela Naval, Jefe de la referida Primera Escuadra, primer Presidente de la República, personaje de gran significación en la gesta emancipadora.

Blanco Encalada nació en Buenos Aires el 21 de abril de 1790. Sus padres, ambos de noble estirpe, fueron el oidor don Manuel Lorenzo Blanco Cicerón, de nacionalidad española, y doña Mercedes Calvo de Encalada y Recabarren, de nacionalidad chilena.

Enfrentado a la disyuntiva de escoger su propia patria, Blanco Encalada no titubeó ni un instante en escoger la tierra de su madre, es decir a Chile como su tierra, a la que sirvió como el más amante de sus hijos.

Al cumplir 12 años su madre decide darle una educación esmerada y lo envía a España. En 1807 ya estaba incorporado a la Marina Española como Alférez; al año siguiente logró ser destinado al Apostadero Naval de El Callao.

Poco después estallaba el movimiento emancipador en El Plata y luego en Chile, mostrando Blanco, desde un primer momento, predisposición en favor del citado proceso. En 1813 tomó el camino de Chile, llegando a Santiago cuando acababa de recibirse la noticia del desembarco del Brigadier Antonio Pareja en Talcahuano. De inmediato se incorporó al ejército patriota.

El General José Miguel Carrera Verdugo, lo destinó al arma de artillería y a la construcción y reparación de cañones y armamentos, organizando Blanco la primera maestranza y taller de armas que tuvo el país. Después de la Batalla de Maipú 5 de abril de 1818 fue nombrado Teniente Coronel efectivo de su arma. Pero Maipú no era la solución definitiva de la independencia. O'Higgins y su ministro Zenteno se preocupaban de preparar una Escuadra, fundamental para obtener el dominio del mar y a través de éste asegurar dicha independencia.

Empresa titánica, verdadero milagro logrado por O'Higgins, junto a colaboradores como Blanco Encalada. El 28 de junio de 1818, con el grado de Capitán de Marina de Primera Clase, se nombró a Blanco Encalada como Comandante General interino del Departamento de Marina, con sede en Valparaíso, encargándose también de la organización de una Academia de Guardimarinas para formar oficiales y el reclutamiento de marineros extranjeros, en particular ingleses y norteamericanos.

Más tarde el Gobierno le entregó el mando de toda la Escuadra. En tales circunstancias recibió lo que sería su bautizo de fuego, la captura de la fragata "Reina María Isabel". No obstante haber sido el fundador de la Escuadra, del éxito de la acción naval antes referida, en un gesto que lo ennoblece, Blanco consintió en ser el segundo del célebre Almirante Lord Thomas Alexander Cochrane, que el 28 de noviembre de 1818 llegara a Valparaíso.

Por su propia solicitud Blanco fue trasladado al ejército el 7 de junio de 1820, asumiendo como Jefe interino del Estado Mayor y Comandante General de Armas de Santiago. Además el 7 de septiembre del mismo año, el Senado le confiere el alto honor de darle la investidura de Mariscal de Campo. La Campaña final de Blanco en la Guerra de la Independencia, fue su expedición para la Liberación de Chiloé, el último baluarte hispano en Chile.

Allí, nuevamente al frente de la Escuadra, condujo a la fuerzas del General Ramón Freire Serrano. A su regreso de Chiloé, terminada la gestión de Freire como Director Supremo, el Congreso en julio de 1826 eligió a Blanco Encalada "Presidente de la República", si bien muy pronto Blanco se alejó de la política. Años más tarde, con ocasión de la Guerra contra la Confederación Perú-boliviana, se nombró a Blanco, Comandante en Jefe del Ejército.

Su participación en la primera campaña del citado conflicto, le significó al retornar a Chile y ser sometido a un Consejo de Guerra, si bien éste le absolvió. Blanco Encalada se retiró a partir de entonces a su vida privada. No obstante su avanzada edad, este viejo soldado de la Independencia ofreció sus servicios como marino al gobierno, cuando sobrevino la Guerra contra España.

El 5 de septiembre de 1876, con la tranquilidad del héroe, falleció el Vicealmirante Manuel Blanco Encalada, quien fuera insigne marino, militar, diplomático, primer Presidente de la República y Jefe de la Primera Escuadra Nacional.


Contralmirante Arturo Fernández Vial

Contraalmirante y uno de los de los héroes del Combate Naval de Iquique, que como Guardiamarina de entrepuente de la corbeta "Esmeralda" tuvo una actuación destacada en la jornada del 21 de mayo de 1879. Participó en la Guerra del Pacífico y en la Guerra Civil de 1891. Nació en Santiago, el 15 de marzo de 1858, hijo de José Fernández Abarca y Mercedes Vial Maturana. A los catorce años ingresó a la Escuela Militar y en abril de 1875 lo hizo como Aspirante a la Escuela Naval, siendo nombrado Guardiamarina en julio de 1876 y embarcado en la corbeta "O'Higgins".

A los veintiún años, el 21 de mayo de 1879, tomó parte activa en el Combate Naval de Iquique, naufragando con la "Esmeralda" y siendo tomado prisionero. Permaneció como tal, primero en Iquique y luego en Tarma, hasta el 31 de diciembre de ese año, cuando fue canjeado por un prisionero de la cañonera "Pilcomayo" y regresó a Valparaíso. La acción de Iquique le valió el ascenso a Teniente 1º.

En Valparaíso se embarcó en la cañonera "Pilcomayo", ahora en poder de Chile. De esa cañonera pasó al "Huáscar", mandado por Carlos Condell de la Haza, en 1881, participando también en los bombardeos a El Callao y en las batallas de Chorrillos y Miraflores. Asciende al grado de Capitán de Corbeta en 1884 y en 1885 es nombrado Comandante del transporte "Angamos".

En junio de 1889, el Capitán de Fragata Fernández Vial es enviado a Europa para tomar a su cargo la construcción de los cazatorpedos "Almirante Lynch" y "Almirante Condell". Probadas estas naves, emprendieron su viaje a Chile a fines de 1890. En enero del año siguiente, el "Almirante Lynch" que mandaba Fernández, llegó a Punta Arenas, donde se tuvo conocimiento de la Guerra Civil de 1891 y de acuerdo con el Comandante de la cañonera "Pilcomayo", se pusieron a las órdenes del Congreso. Fue tomado prisionero, huyó a Montevideo y luego se unió al ejército constitucional. Embarcado en la fragata blindada "Cochrane" fue designado para mandar la Escuadra.

En marzo de 1895 fue nombrado adicto a la Legación de Chile en Uruguay, hasta que fue nombrado Gobernador Marítimo de Valparaíso. En 1898 se le designa Director del Territorio Marítimo y miembro del Consejo Naval. Ascendió a Contraalmirante en 1899 y comandó la División de Evoluciones, con insignia en el acorazado "Capitán Prat". En julio de 1916 se le concedió su retiro absoluto del servicio de la Armada. Desde entonces se ocupó en Santiago en crear organismos sociales de instrucción. Contribuyó a la formación de catorce escuelas nocturnas para obreros y varias sociedades de temperancia. Fomentó activamente el atletismo. Fue uno de los fundadores de la Asociación Atlética Nacional y perteneció a la Acción Cívica y contra el Alcoholismo, al Consejo de la Junta de Reforma Municipal, etc.

Conferencista y colaborador de la prensa en asuntos relacionados con el mejoramiento de la raza y de las costumbres. En estas actividades lo encontró la muerte en noviembre de 1931. Mostró una personalidad fuera de lo común y adelantada a sus tiempos, la que fue digna de admiración pública y de la gratitud de sus conciudadanos.


Contador Mayor de 2ª Clase Juan Oscar Goñi

Inspector de Contabilidad de la Armada hacia fines del pasado siglo, este apreciado oficial sobreviviente de la épica jornada de Iquique, nació el 10 de septiembre de 1854 y a los veintiún años de edad se incorporaba a la Armada como contador segundo para servir a bordo de la corbeta "Chacabuco".

En esta nave le correspondió participar en diversas comisiones y trabajos hidrográficos realizados en las regiones austral magallánica y del archipiélago de Juan Fernández. Llegada la Guerra del Pacífico, en 1879 le tocó hallarse embarcado en la corbeta "Esmeralda" , primero al mando de Manuel Thomson Porto Mariño y luego de Arturo Prat Chacón.

Bajo el mando de primer héroe naval de Chile le correspondió participar en el Combate Naval de Iquique, el 21 de mayo de 1879, debiendo encargarse de destruir la documentación y la correspondencia oficial.

Capturado después de la acción y hecho prisionero, es enviado junto al Segundo Comandante Luis Uribe Orrego y el resto de los oficiales de la "Esmeralda" al pueblo de Tarma, en el departamento de Junín, al interior del Perú.

Tras el apresamiento del monitor "Huáscar" en la Batalla Naval de Angamos el 8 de octubre de 1879, y captura de la cañonera "Pilcomayo" el 20 de noviembre de 1879, se convino un protocolo firmado en Lima entre el ministro peruano don Rafael Valverde, y el señor Spencer Saint John, ministro residente de S.M. Británica en Perú, documento que ampliamente autorizado por el Gobierno de Santiago, permitió canjear los prisioneros chilenos de la "Esmeralda" y el "Rimac", por los peruanos del "Huáscar" y "Pilcomayo", y los bolivianos de Calama.

Retirado de la Armada en 1885, una vez finalizado el conflicto del Pacífico. Antes había recibido las medallas de oro por la Primera Campaña Naval de la Guerra y por el Combate Naval de Iquique.

Es reincorporado como Contador Mayor de 2da Clase, el 21 de enero de 1897, sirviendo el año siguiente en el recientemente creado Apostadero Naval de Talcahuano.

Esta reliquia de la homérica jornada de Iquique, fallece en Quillota el 28 de noviembre de 1919.


Cirujano 1° Fco. Cornelio Guzmán Rocha

Nació en Santiago el 10 de enero de 1856.

Estudió humanidades en el Instituto Nacional y cursó su carrera de médico en la Escuela de Medicina.

Obtuvo su título de médico cirujano en 1879.

Al estallar la guerra contra el Perú y Bolivia en este año, ingresó a la armada como cirujano primero y en ese carácter se encontró a bordo de la gloriosa corbeta Esmeralda al ser espoloneada por el Huáscar.

Al estallar la Guerra del Pacífico, se embarcó en la corbeta "Abtao", buque confiado al mando del joven Capitán de Corbeta Carlos Condell de la Haza.

Cambios en las destinaciones producidos a raíz del zarpe del Contralmirante Juan Williams Rebolledo a El Callao, hicieron que una semana antes del combate en la rada de Iquique, el cirujano Cornelio Guzmán fuera transbordado a la "Esmeralda".

El 21 de mayo de 1879, en el Combate Naval de Iquique, mientras la valiente corbeta "Esmeralda" se batía desesperadamente con el poderoso monitor "Huáscar", rechazando como podía el ataque del Comandante Miguel Grau Seminario, el doctor Guzmán se entregaba por entero a la atención de los muchos heridos que eran trasladados al entrepuente, convertido en enfermería de campaña. Abandonaría su puesto, sólo después de percatarse que era inminente el naufragio.

Rescatado por una embarcación del "Huáscar" una vez terminado el combate, fue enviado prisionero a la localidad de Tarma, preocupándose por suscribir junto a otros compañeros, una carta dirigida al decano del Cuerpo Diplomático en Lima, donde daba cuenta del trato vejatorio e injurioso a que eran sometidos los prisioneros chilenos.

Terminada la campaña fue enviado a estudiar medicina militar a clínicas europeas, especializándose en cirugía, y colaborando a su regreso a controlar una epidemia de cólera, que en 1886 se desató en la provincia de Aconcagua.

Jefe de los Servicios Sanitarios del Ejército y profesor de patología quirúrgica en la Escuela de Medicina, era casado con doña Mercedes Aguirre Mercado.

La muerte lo sorprendió el 16 de julio de 1928 en Francia, en los alrededores de Niza.


Ingeniero 1º Eduardo Hyatt Barnard

Nació en Cincinnatti, Estados Unidos, en 1831 y falleció en el Combate Naval de Iquique, el 21 de mayo de 1879, durante la Guerra del Pacífico. Ingresado a la Marina, como ingeniero 2do el 13 de junio de 1859, su primera destinación fue el transporte "Independencia", en el cual cumplió destacada participación en el traslado de tropas, como de pertrechos militares, con el fin de asegurar la pacificación de las provincias del norte. Navegó por el litoral norte y sur del país.

Permaneció por seis meses en las costas de Arauco. En 1860 alcanzó Valdivia, Chiloé y Juan Fernández. Durante los años 1861-1862, el "Independencia" se mantuvo en Constitución, remolcando naves en la desembocadura del río Maule. Para Hyatt, Chile se transformó en su segunda patria. Aquí contrajo matrimonio con una chilena y tuvo numerosa descendencia. Después de contraer nupcias, tomó parte activa y destacada en Guerra contra España, en la captura de la goleta "Virgen de Covadonga", en el Combate Naval de Papudo. Breve tiempo después, ascendido a ingeniero 1º, pasó a hacerse cargo de las máquinas y calderas de la goleta "Covadonga".

Participó en la captura de la fragata inglesa "Thalaba", que transportaba pertrechos y municiones de contrabando para la escuadra española. En 1869, por razones de salud, obtiene su retiro de la Armada. Sin embargo, desatado el conflicto con el Perú y Bolivia, en 1879, Hyatt se reincorpora a las filas de la Armada.

Durante la Guerra del Pacífico, fue nombrado ingeniero de cargo de la vetusta corbeta "Esmeralda", embarcación en la cual tuvo heroica muerte en el glorioso Combate Naval de Iquique, cuando al descender a las máquinas para dar unas órdenes, una granada destrozó su cuerpo. Don Eduardo Hyatt Barnard es hoy un símbolo de los ingenieros navales de la Armada de Chile.

En su homenaje la Armada ha designado un submarino que lleva su apellido.tropas, como de pertrechos militares, con el fin de asegurar la pacificación de las provincias del norte. Navegó por el litoral norte y sur del país. Permaneció por seis meses en las costas de Arauco. En 1860 alcanzó Valdivia, Chiloé y Juan Fernández. Durante los años 1861-1862, el "Independencia" se mantuvo en Constitución, remolcando naves en la desembocadura del río Maule.

Para Hyatt, Chile se transformó en su segunda patria. Aquí contrajo matrimonio con una chilena y tuvo numerosa descendencia. Después de contraer nupcias, tomó parte activa y destacada en Guerra contra España, en la captura de la goleta "Virgen de Covadonga", en el Combate Naval de Papudo. Breve tiempo después, ascendido a ingeniero 1º, pasó a hacerse cargo de las máquinas y calderas de la goleta "Covadonga".

Participó en la captura de la fragata inglesa "Thalaba", que transportaba pertrechos y municiones de contrabando para la escuadra española. En 1869, por razones de salud, obtiene su retiro de la Armada. Sin embargo, desatado el conflicto con el Perú y Bolivia, en 1879, Hyatt se reincorpora a las filas de la Armada.

Durante la Guerra del Pacífico, fue nombrado ingeniero de cargo de la vetusta corbeta "Esmeralda", embarcación en la cual tuvo heroica muerte en el glorioso Combate Naval de Iquique, cuando al descender a las máquinas para dar unas órdenes, una granada destrozó su cuerpo. Don Eduardo Hyatt Barnard es hoy un símbolo de los ingenieros navales de la Armada de Chile. En su homenaje la Armada ha designado un submarino que lleva su apellido.


Contramaestre Constantino Micalvi

Contramaestre Constantino Micalvi

No se tienen antecedentes del lugar y fecha de nacimiento, ya que en esa época la gente de mar se contrataba en la Oficina General de Enganche de Marineros, cada vez que se acercaba una contingencia externa o interna, no existiendo mayores datos personales ni familiares. Ingresó al servicio de la Armada como marinero primero el 3 de noviembre de 1877 y se le destinó a la corbeta "Esmeralda", en la que asumió como Contramaestre 1°, cuando se vislumbraba el conflicto con Bolivia.

Tomó parte activa en el más célebre de los combates navales que viera nuestra patria durante la Guerra del Pacífico, en el Combate Naval de Iquique, entre la vieja corbeta "Esmeralda" y el monitor "Huascar" .

Milcalvi fue uno de los náufragos recogidos por el "Huascar" y llevados a la Aduana de Iquique, donde estuvo prisionero, junto a la tripulación sobreviviente del heroico combate.

Cuando el Comandante del "Cochrane", Juan José Latorre Benavente tomó la ciudad de Iquique, el 22 de noviembre de 1879, luego que ésta había sido abandonada por sus autoridades y su guarnición, a raíz de la derrota Perú-boliviana en la batalla de Dolores, Milcavi junto a los tripulantes de la "Esmeralda" fueron recibidos con honores por la dotación del blindado "Cochrane" y poco después embarcados en la capturada "Pilcomayo" hacia el puerto de Valparaíso al seno de sus familiares o, por lo menos, al cobijo de la patria.

Durante 1880 el contramaestre Constantino Milcavi asumió el mismo cargo en la goleta "Virjen de Covadonga" , siendo su Comandante don Pablo S. de Ferrari.

Encontrándose ésta, en la ensenada de Chancay al norte del Callao, en acciones de reconocimiento de un puente de ferrocarril, que su Comandante se proponía destruir para impedir el tráfico de trenes a Lima, se aproximó a la playa concentrando el fuego sobre lanchas y botes fondeados cerca del muelle del puerto.

Un pequeño botecito se liberó del cañoneo, ordenando su Comandante previa revisión, izarlo a bordo.

Cuando el Contramaestre Milcavi daba con su pito la voz de "Listo", resonó un estampido horroroso provocado por la explosión de dinamita adherida ocultamente en el pequeño bote. Una impresionante bocanada de humo negro y llamas abrasaron a quienes estaban próximos, produciendo una avería de tal consideración en la goleta "Covadonga", que esta se comenzó a hundir rápidamente.

En sólo tres minutos de aquel 13 de septiembre de 1880, la gloriosa nave se hundía con todo su bagaje de historia y tradición. El contramaestre Milcavi fue uno de quienes murieron con la explosión del bote y este sargento de mar, que había salvado su vida en el hundimiento de la "Esmeralda", fue a perderla poco después, esta vez con pena, pero sin gloria. por la acción de un infame brulote.

Los últimos instantes de la Covadonga

El día que se hundió la Covadonga, este buque chileno había disparado sobre la línea férrea 3 tiros y luego sobre dos embarcaciones surtas en el puerto, pero como no las pudo hundir, enviaron al chinchorro con gente para examinarlas. Ellos sólo revisaron una embarcación, un bote elegante, pero como no encontraron nada raro, el comandante chileno sólo ordenó que la lleven a bordo. Después hundieron a tiros la otra embarcación, una lancha de la empresa Grace Brothers.

Para saber lo que se vivió en la Covadonga al momento de hundirse sólo podemos recurrir a los testimonios de los sobrevivientes del buque chileno. Los sobrevivientes fueron 29 tripulantes que se salvaron en una canoa y fueron avistados por la cañonera chilena Pilcomayo en Ancón a las 10 p.m., y 46 náufragos rescatados por las autoridades peruanas de Chancay. Los muertos fueron 66.

El parte oficial que el teniente 1° Enrique Gutiérrez escribió lo siguiente:

"... con el objeto de reconocer el puerto, en el que se decía existía un puente de la línea férrea, el comandante se acercó a tierra a la distancia de 500 metros. Después de reconocer la costa por hora i media i no encontrar puente alguno que destruir, se concreto a echar a pique una lancha i un bote que se encontraban a 300 metros del muelle de fierro. La lancha se echó a pique, pero no así el bote, después de varios disparos con el cañon de proa.

Entonces el comandante ordenó arriar el chinchorro i nombró al aspirante señor Meliton Guajardo i al calafate para que después de sacar todos los útiles que hubiera en dicho bote, procedieran a su destrucción. Pero notando, por lo que decían los comisionados, que no había nada al parecer sospechoso, mandó suspender la órden de echarlo a pique i, en cambio, órdeno sacarlo fuera de la bahía. Mientras se preparaba los aparejos para izarlo, previne al comandante que seria bueno reconocer el cajón de popa del escudo. Despues de aprobar mi observación, agregó que no había necesidad porque ya el calafate lo había reconocido i le había asegurado que no existía nada sospechoso, por lo que dio órden de izarlo lo mas pronto posible.

Como a las 3.15 P.M. ordenó al teniente 2° don Froilan Gonzalez, que se encontraba de guardia, que apurara la maniobra de meter el bote dentro. El señor Gonzalez me observó lo mismo que yo ya había dicho ya al señor comandante: que era conveniente reconocer el cajón de popa, a lo que contesté que lo hicieran. Pero cuando iba a mandar al carpintero para que llevara a cabo dicha órden, el contramaestre tocó listo i tensaron las tiras de los aparejos, a lo que siguió una esplosion en el bote. Acto contínuo el buque principió a sumerjirse rápidamente. No había duda de que el bote encerraba un torpedo.

Cuando abandone el buque con los 28 tripulantes que han salvado en la canoa, éste estaba totalmente perdido, pues solo quedaba sobre la superficie una parte de la popa i los masteleros" (4).

También el teniente Gutiérrez nos cuenta que cuando se acercaban a la Pilcomayo en Ancón, fueron perseguidos por un bote que venía de tierra que les hizo disparos, pero no hemos encontrado ninguna versión peruana que confirme eso por lo que dudamos que ese hecho haya ocurrido. Lo que sí es cierto, es que cuando vieron desde Chancay que salió una canoa con sobrevivientes de la Covadonga, se envió a perseguirlo.

En el "Sumario seguido para averiguar las causas de la pérdida de la Covadonga" del 16 de septiembre de 1880, el teniente 2° Vicente Merino declaró lo siguiente:

"... Me fui a la cámara de oficiales i luego que supe que la canoa estaba al costado, subí a cubierta i me dirijí a proa a estribor, adonde se encontraba ya casi lista para izarla. Me asomé al portalon i notando que tenia cajas de aire a popa i proa i viendo que no habían sido reconocidas, pues la de la proa estaba herméticamente cerrada i la de la popa solo tenia un agujero para colocar el asta de la bandera.

Estando listo ya para enganchar los agujeros, subí precipitadamente al puente de proa, en donde se encontraba el teniente de guardia señor Froilan Gonzalez i le pedí hiciera forte la izada porque el bote me parecía mui sospechoso por esas cajas de aire; a lo que me contestó que el bote había sido reconocido por el calafate i el mismo comandante que lo había recibido en el portalon. Entonces le pregunté si él habia visto destapar dichas cajas; me contestó que no, pero que suponía que el comandante las hubiera hecho destapar, porque ordenó izasen le bote inmediatamente. Insistí en que debía hacerse reconocer, i además que temía que el mecanismo para hacer éstas estallar la carga que podían contener las cajas, debía estar en los cáncamos para enganchar en el aparejo. Entonces el teniente Gonzalez me dijo que podía tener razón, i dio inmediatamente, al contramaestre, que se encontraba ahí cerca, de "forte la izada de bote", i me dijo que le iba a decir al teniente 1° mis recelos. Yo me dirijí a popa, en donde divisé al comandante que estaba probando unas cápsulas en la ametralladora. En mi trayecto encontré al teniente de la guarnición señor Blanco i le hice presente mis sospechas, i continué para popa, cuando, al llegar a la toldilla siento el pito del contramaestre i casi instantáneamente una fuerte detonación. Inmediatamente el buque se principió a sumerjir por la proa, la jente que estaba a popa, trató de arriar la canoa i chinchorro que estaban izados en esta parte, consiguiendo solo arriar la canoa, en donde salvamos 29. Estábamos solo a ocho o diez metros del costado del buque cuando éste se sumerjio totalmente, dejando su mastelero de gavia sobre la superficie, en donde se refujiaban los que volvían a flote..." (5).

El teniente Manuel 2° Blanco, del regimiento Artillería de Marina, declaró lo siguiente en el Sumario:

"... el comandante ordenó arriar el chinchorro i que en él fuera el aspirante don M. Guajardo, el calafate i tres marineros con órden de reconocer cuidadosamente el bote i que después de reconocido lo destruyeran. Una vez que el chinchorro atracó al bote, saltó a él el calafate i un marinero, quienes después de rejistrarlo, gritaron que no hai nada sospechoso, i se aprontaron a cumplir la órden que llevaban de destruirlo, cuando el comandante les ordenó de viva voz que no lo destruyan: "Sáquenlo a remolque para afuera".- Al pasar el bote por la popa del buque, como a unos 100 metros, el teniente Merino, que se hallaba cerca de mí, les gritó: - "Rejistren la cámara de popa"; a lo que contestó el calafate:- "No hai nada absolutamente". Luego después se mandó retirar a la jente, por lo cual bajé a la cámara. Sabiendo como a las 3.30 P. M., que el bote se iba a izar, salí a cubierta; i allí me encontré con el teniente Merino, quien me dijo que sospechaba mucho, porque le parecía que las cajas de aire del bote no habían sido reconocidas, i que esto mismo acababa de advertirlo al oficial de guardia, a fin de que no izaran el bote, porque le parecía que en los cáncamos para izarlo podría estar la trampa; también me agregó que el oficial de guardia, a su vez, había ido donde el 2° comandante para esponerle sus sospechas. En seguida me fui a la toldilla de popa, i al llegar allí sentí una fuerte detonación, por la que comprendía que había estallado el torpedo, pues el buque principiaba a irse a pique por la proa; viendo que tanto unos oficiales como marineros trataban de arriar la canoa que estaba a popa a estribor, me uní a ellos, embarcándome en ella. No habíamos conseguido separarnos 10 a 12 metros, cuando la "Covadonga" se hundió, quedando a la vista la parte superior de los palos, de donde se tomaron algunos que quedaron sobrenadando. No siendo posible admitir ninguno mas a bordo, porque la canoa se habría ido a pique, i notando que en tierra se aprontaban para echar botes al agua, nos alejamos en dirección a Ancón ..." (6).

En el mismo Sumario, el ingeniero 1° Cipriano Encinas:

"... A las 12.45 P. M. del dia 13 de septiembre me encontraba en el departamento de maquinas cuando se tocó zafarrancho de combate; acto continuo ocupé mi puesto con los demás ingenieros subalternos. Despues de concluido esto, a las 3 P. M., me ocupaba en poner al dia el consumo de carbón, anotándolo en el Diario. Poco ántes de concluir llega el ingeniero 3°, seño Rebolledo, a darme cuenta del carbón de su guardia de 8 a 12 P. M., cuando siento una esplosion a proa. Esta esplosion removió todo el lugar donde yo me encontraba, tirándome debajo de la mesa donde escribia. Al pararme me encuentro con el ingeniero 3° señor Feite, quien me dice ser torpedo el que hizo esplosion; al mismo tiempo trato de pasar al departamento de máquinas, pero ya estaba por el agua i humo que hacia imposible permanecer en ese lugar; siendo inútil mi presencia en ese punto, me dirijí a la cubierta. Ya el buque se sumerjia a proa i no tuvwe mas tiempo que para saltar a uno de los botes que en ese momento se arriaba. Creo que la mayor parte o tal vez todos los fogoneros de guardia de abajo que se encontraban en el departamento de los calderos han perecido en la esplosion del torpedo ..." (7).

El Resumen Fiscal del Sumario, realizado por el capitán corbeta Luis A. Lynch el 27 de septiembre de 1880, señala que el reconocimiento del bote donde estaba el torpedo, realizado por el aspirante Melitón Guajardo y el calafate José María Avila, fue hecho muy a la ligera y aseguraron varias veces de que no había nada sospechoso, por lo que el comandante de la Covadonga cambio de opinión de destruirlo. El capitán de altos, José Cacaldi, también hizo las mismas observaciones. Según el contador 2° Francisco 2° Leighton, el calafate dijo: "Casi habíamos perdido un bote tan lindo por ser tan desconfiados" (8).

El comandante de la cañonera Pilcomayo fue a Chancay al día siguiente para buscar más sobrevivientes y nos cuenta como estaban los restos de la Covadonga:

"... La "Covadonga" se encuentra en 11 brazas de agua, con la mayor parte de su aparejo a la vista, i al cual había puesto fuego el enemigo" (9).

El guardiamarina Guajardo estaba mal herido, pero se pudo recuperar después en Lima. Los náufragos recibieron ropa, calzado y un sol diario para alimentos.


Guardiamarina Ernesto Riquelme

Nació en Santiago el 14 de abril de 1852. Sus padres fueron don José Riquelme, el primer taquígrafo que hubo en Chile y la señora Bruna Venegas, distinguida educadora. El joven Ernesto hizo sus estudios de humanidades en el Instituto Nacional y se graduó de Bachiller en 1870. Era un muchacho muy inclinado a las cosas del mar tenía, asimismo, una marcada afición por la música, arte de su predilección.

Igual cosa ocurría con la literatura y su despertar juvenil lo inclinaba hacia la poesía. Colaboró con el periódico "El Alba", donde los alumnos del Instituto Nacional publicaban artículos literarios.

No obstante poseer inclinaciones marineras, siguió la carrera de Derecho y mientras estudiaba esta carrera, conoció a un Oficial de Marina que, con grandes sacrificios, por residir en la ciudad de Valparaíso y hallarse la mayor parte del tiempo embarcado, también esperaba titularse de Abogado, naciendo entre ellos una gran amistad.

Este marino era el Capitán de Corbeta Arturo Prat Chacón, de trato atrayente y de vasta cultura, lo que habría de influir en el ánimo del joven Ernesto, a quien se le despertó el semidormido amor por el mar. Por ello decidió dejar sus estudios e ingresar a la Armada.

Su decisión la tomó por sí mismo, en ningún caso por intervención de Prat, sino porque su espíritu entusiasta y romántico lo llevó a incorporarse a una institución cuyas acciones son reguladas por el mar.

De tal manera ingresó a la Escuela Naval, que funcionaba a bordo de la corbeta "Esmeralda" , el 14 de abril de 1874. Su Comandante era el Capitán de Fragata Luis Alfredo Lynch Zaldívar y el Segundo Comandante y Subdirector, el Capitán de Corbeta Arturo Prat Chacón.

El 18 de noviembre de 1876, nombrado Guardiamarina, se embarca en el blindado "Cochrane" , que al mando del Capitán de Navío don Enrique Simpson Baeza partió a Europa, a terminar trabajos pendientes en los astilleros de Hull, en Inglaterra. Era, por ende, el primer viaje de instrucción del joven Guardiamarina.

Permaneció algún tiempo en Londres, donde hizo un curso de torpedos, entre otros estudios navales que desarrolló. Los conocimientos del idioma inglés que poseía los perfeccionó hasta lograr hablarlo con soltura. Asimismo adquirió conocimientos musicales.

De vuelta en el país en 1878, se retiró del servicio y se estableció en Santiago, donde su espíritu de abnegación lo llevó a ingresar al Cuerpo de Bomberos, incorporándose a la Bomba Sur, que más tarde sería la Segunda Compañía de Bomberos de Santiago.

Estallada la Guerra del Pacífico contra Perú y Bolivia, Ernesto Riquelme se reincorporó de inmediato a la Armada y fue destinado a la corbeta "Esmeralda". Allí volvió a encontrarse con su antiguo amigo, el Capitán Prat, ahora Comandante de la corbeta, pues Prat había llegado al buque el día 16 de mayo de 1879, fecha en que la Escuadra chilena zarpó a El Callao y dejó a la corbeta "Esmeralda" y goleta "Virgen de Covadonga" en el bloqueo de Iquique, hasta la víspera del célebre y heroico combate.

La actuación del Guardiamarina Riquelme en el Combate Naval de Iquique es sobradamente conocida.

Cuando la "Esmeralda" se hundía herida de muerte y su proa se sumergía rápidamente por los raudales de agua que le entraban, Riquelme, que atendía la artillería de popa, preparó un cañón y aferrándose a la borda como pudo para no caerse y dándole depresión al cañón, dio fuego un postrer esfuerzo por dañar al monitor, que tantos estragos había causado a su querida corbeta.

Después de esto, ya no pudo sostenerse y rodó por la cubierta, donde el mar pronto lo tragó. Su cañonazo fue, por cierto, estéril. Sólo resultó un saludo a la bandera que aún flameaba, pero mostró a la posterioridad el alto nivel de patriotismo y el temple de héroe de este joven oficial. Murió ahogado en el momento mismo en que la bandera, izada en el pico de mesana de la corbeta, se perdía en el mar.

Este joven Guardiamarina personifica en la Historia Naval de Chile al héroe soñado de la juventud chilena: sentimental, músico, bombero, altruista, estudiante de Derecho y poeta; que fue capaz de mostrarse como un marino heróico al sellar con la última descarga de su cañón, la decisión del Comandante Prat, su amigo, su jefe, de no arriar jamás la bandera nacional ante el enemigo, aún cuando se combatiera en inferioridad de condiciones.


Contralmirante Francisco Sánchez Alvaradejo

Contralmirante Francisco Sánchez Alvaradejo (instructor de artillería - encargado de la batería de estribor en La Esmeralda)

Nació en Ancud el 4 de octubre de 1851. Sus estudios los realizó en su ciudad natal, continuándolos posteriormente en Valparaíso. En 1862 ingresa a la Escuela Naval, un año después del egreso de Arturo Prat Chacón.

Como Aspirante de Marina interviene a bordo de la goleta "Covadonga" bajo las órdenes del Comandante Manuel Thomson Porto Mariño, en el Combate Naval de Abtao, lo que le valió una condecoración del gobierno de Bolivia. Participa también como miembro de la tripulación del vapor "Ancud" en la pacificación de la Araucanía, bajo las órdenes del Coronel Cornelio Saavedra.

Después de varios viajes de instrucción por el litoral nacional fue nombrado Guardiamarina examinado el 29 de julio de 1867, luego de una experiencia de navegación, de levantamientos hidrográficos y maniobras marineras. En 1870, transbordado a la corbeta "O'Higgins" , al mando del Capitán de Fragata José Anacleto Goñi Prieto, participa en un viaje de instrucción de cadetes de la Escuela Naval y aprendices de Grumetes a la Isla de Pascua, siendo la primera vez que recalaba oficialmente un buque chileno.

Durante su permanencia se efectuaron levantamientos hidrográficos y estudios geológicos e históricos.

En 1875, fue llamado a calificar servicios por razones que se desconocen, aunque se supone que la causa hay que buscarla, tal vez, en razones políticas.

En su hoja de servicios no se da explicación alguna. Hacia 1879, y ya con el grado de Teniente 2o. graduado, es transbordado a la corbeta "Esmeralda" , que al mando del Capitán de Fragata graduado Arturo Prat Chacón y junto a la goleta "Covadonga", al mando del Capitán de Corbeta Carlos Condell de la Haza, se encuentran en el bloqueo de Iquique. Ya sabemos lo que ocurrió ese 21 de mayo de 1879 en el Combate Naval de Iquique.

En las relaciones posteriores al combate hay cronistas que ni siquiera lo mencionan entre los oficiales de la "Esmeralda", en circunstancias que se hallaba a bordo como oficial instructor de artillería y encargado especialmente de la batería de estribor, que se batió con las baterías de tierra instaladas por el General peruano, Juan Buendía.

Luchó con ardor, igual que todos y fue rescatado del agua después del hundimiento de la corbeta y tomado prisionero al igual que el resto de los sobrevivientes de la epopeya. Fue canjeado posteriormente por un tripulante de guarnición del monitor "Huáscar" , regresando a nuestro país con el grado de Capitán de Corbeta efectivo, grado concedido el 16 de julio de 1879.

Hacia 1881, que marca el final virtual de la guerra naval, el Capitán Sánchez, se halla a bordo de la corbeta "Chacabuco" , que después de tomar parte en el ataque a los fuertes de la plaza de El Callao, presencia la caída de ella, después de las victorias chilenas de Chorrillos y Miraflores. Durante la Guerra Civil de 1891 se encontraba en EE.UU., como Agregado Naval de Chile a la legación de nuestro país, no participando en la contienda.

Separado temporalmente del servicio, su carrera naval continúa finalizada la Guerra Civil de 1891 , ya sea ejerciendo el mando de unidades a flote como reparticiones terrestres, hasta que el 25 de octubre de 1904, ya con el grado de Contraalmirante, se le expidió cédula de retiro absoluto de la Armada, luego de 39 años de servicios. Murió de peritonitis el 9 de marzo de 1907 y enterrado en el Cementerio General de Santiago, el 11 de marzo de 1907.

El 10 de octubre de 1985, sus restos fueron trasladados al Monumento a los Héroes de Iquique, en la Plaza Sotomayor de Valparaíso en una solemne Ceremonia.


Ayudante de Cirujano Germán Segura González


Como ocurre con otros miembros de las tripulaciones de los buques que participaron en la Guerra del Pacífico, hay escasos antecedentes sobre el Ayudante de Cirujano de la corbeta "Esmeralda" .

Se sabe que nació en la ciudad de Linares en 1856 y que mientras asistía a uno de los cursos superiores de la Escuela de Medicina, se declaró la Guerra del Pacífico, contra Perú y Bolivia. Comprendiendo la necesidad de médicos que tendrían las fuerzas chilenas combatientes, abandonó las aulas y se presentó en la Armada.

Destinado a formar parte de la dotación de la corbeta "Esmeralda", le cabe participar en el Combate Naval de Iquique, cerca de un mes después de su embarque.

El joven ayudante de cirujano, en su labor diaria, fue mano derecha del cirujano 1o. don Francisco Cornelio Guzmán R. y le correspondió la durísima tarea durante la gesta del 21 de mayo de 1879, de atender heridos tanto en la enfermería, como en todo espacio disponible y haciendo cuanto le permitían sus conocimientos de medicina.

Salvado milagrosamente del estallido de una granada y hundida la gloriosa nave, Segura González cayó al mar siendo rescatado y tomado prisionero por los hombres del monitor "Huáscar" .

Después de la captura de la cañonera peruana "Pilcomayo" por los chilenos, se acordó un protocolo de canje de prisioneros peruanos y chilenos y por ello don Germán Segura pudo regresar a las filas volviendo a Valparaíso, donde obtuvo su retiro del servicio.

Continuó trabajando en la vida civil ocupando diversos cargos administrativos, el último de los cuales fue el de Inspector de Alcoholes.

Se radicó en Linares, su ciudad natal, hasta que el 28 de marzo de 1920, a los 64 años de edad entregó su alma a Dios. El 6 de mayo de 1976, sus restos fueron trasladados desde el Cementerio General de Santiago hasta la cripta de los Héroes de Iquique en la Plaza Sotomayor de Valparaíso.


Teniente 2º Ignacio Serrano Montaner

Fueron sus padres don Juan Ramón Serrano y Toro Mazote y doña María Mercedes Montaner y Cáceres, que se hallaban radicados por intereses agrícolas en Melipilla. Ignacio Serrano Montaner, el menor de 9 hermanos, fue un mozo inteligente, travieso y ocurrente. Fue bautizado el 26 de noviembre de 1846 en su ciudad natal e hizo sus primeros estudios en el Instituto Nacional; mas cuando apareció la sombra de Guerra contra España, abandonó sus estudios y el 14 de mayo de 1865 ingresaba a la Escuela Naval a la edad de 18 años.

Egresó el 07 de enero de 1867, fecha en que fue nombrado guardiamarina sin examen. El 26 del mismo mes fue embarcado en el vapor "Ñuble", donde se distinguió por su desempeño profesional. Luego fue trasladado a la Escuela Naval para completar algunas asignaturas y servir como ayudante en otras. En abril de 1869 fue embarcado en la corbeta "Abtao", al mando del Capitán de Corbeta Emilio Errázuriz, donde permaneció hasta mayo de 1870, fecha en que fue transbordado al vapor "Valdivia", como ayudante en la Escuela de Aprendices de Marineros.

El 26 de noviembre pasó a la goleta "Virgen de Covadonga", en la cual hizo un viaje de exploración al interior del archipiélago de Chiloé y seno de Reloncaví, y luego a Mejillones. Volvió a la Escuela Naval en 1871 y allí le tocó junto al Teniente 1º Arturo Prat Chacón, ser colaborador en la activa labor educacional desarrollada por el Director, Capitán de Fragata Luis Alfredo Lynch Zaldívar. En 1872, lo encontramos a bordo de la corbeta "Esmeralda" como Profesor de la cátedra de "Arte de Aparejos" en la Escuela Naval embarcada en esa nave. Allí le tocó en suerte ser Profesor de su hermano Ramón. Se hizo íntimo amigo de Arturo Prat Chacón, cuyo carácter entero y reposado completaba el suyo y recibió de él valiosas enseñanzas.

Toda su juventud luchó contra la pobreza y cuando vivía en Valparaíso, su escaso sueldo no le alcanzaba para sobrellevar los gastos de su hogar y por ello se ocupó en dar lecciones particulares a los jóvenes que aspiraban ingresar a la Escuela Naval. Luego se embarcó en la corbeta "Chacabuco", donde se desempeñó en labores hidrográficas que desarrollaba su buque. Posteriormente fue transbordado a la corbeta "O'Higgins", que estaba la mando del Capitán de Fragata Jorge Montt Álvarez. En 1875, nombrado ya Teniente 2º, regresó a la Escuela Naval como instructor encontrando como Subdirector a Arturo Prat. Lo acompañó hasta el 31 de octubre de 1876 en que fue nombrado Subdelegado Marítimo de Tomé, desempeñándose en este puerto una labor muy activa.

Allí vivió con su esposa, la dama ancuditana doña Emilia Goycolea Garay, quien durante la Guerra del Pacífico perdió a su marido y a su hermano Eulogio, ambos muertos heroicamente. En su cargo, emprendió la tarea de levantar el plano de la bahía de Coliumo y aldea de Dichato. Solicitó que se dejara a su cargo al instrucción militar de los alumnos de las dos Escuelas de Hombres, habilitó el muelle que grandes temporales habían inutilizado, obtuvo vestuario completo para la policía, hizo estudios de agrimensor y alcanzó a hacer varios trabajos en esta profesión.

Al sobrevenir la Guerra del Pacífico, cerró su casa de Tomé y llevó a su esposa a Melillapu, hoy Puerto Montt, donde la confió a nobles amigos. Se embarcó en la goleta "Virgen de Covadonga" cuando a fines de abril de 1879 tomó el mando su amigo el Capitán de Fragata Arturo Prat Chacón, quien había viajado desde Iquique por encargo especial del Almirante Juan Williams Rebolledo con informaciones para el gobierno. El 03 de mayo zarpó desde Valparaíso en convoy con la corbeta "Abtao", recalando a Iquique el 10 de mayo. Cuando el Almirante Juan Williams Rebolledo decidió atacar El Callao, reorganizó los mandos de los buques, destinando al Capitán de Fragata Arturo Prat como Comandante de la corbeta "Esmeralda" y dejándolo como Jefe de Bahía a cargo del bloqueo de Iquique. Prat solicitó que para completar la dotación de la corbeta se transbordara a Ignacio Serrano y al Guardiamarina Arturo Wilson Navarrete desde la goleta "Virgen de Covadonga".

En el Combate Naval de Iquique, el 21 de mayo de 1879, el Teniente Ignacio Serrano Montaner tenía la misión de dirigir los cañones de babor que enfrentaban al "Huáscar" y el Teniente Francisco Segundo Sánchez Alvaradejo contestaba por estribor los disparos que le hacían desde tierra. Después del abordaje de Arturo Prat, en el primer espolonazo que efectuó el monitor "Huáscar", Serrano organizó la partida de abordaje para la eventualidad que el buque peruano intentara efectuar un segundo intento. En el momento que el "Huáscar" efectuó el segundo espolonazo y los dos buques se encontraban juntos, Serrano saltó al abordaje seguido de doce marineros que llevando rifles y machetes cayeron sobre la cubierta del monitor, donde los recibió una lluvia de balas, que se le disparaba desde la torre de mando y parapetos blindados.

Ignacio Serrano corrió a la torre de artillería con la intención de trabar el engranaje de giro. Un destacamento de unos cuarenta tiradores subió a cubierta, hirió a Serrano y acabó con su gente, algunos de los cuales, ya sin municiones o heridos, escaparon echándose al agua y subiéndose a la "Esmeralda" por cabos lanzados desde abordo. Tendido en cubierta del "Huáscar" y herido en el bajo vientre, Serrano fue recogido por la tripulación peruana y llevado a un camarote. Allí intentó causar un incendio, pero este fue sofocado. El herido asistido por el médico peruano Santiago Távara, murió desangrado.

En la tarde del 21 de mayo, los cadáveres de los chilenos fueron dejados en el muelle de Iquique. Allí se encontraron nuevamente los entrañables amigos, Arturo Prat e Ignacio Serrano, que el destino unió en la muerte. Por ello la piedad extranjera se encargó de sepultarlos uno junto al otro. No es de extrañar que sus propios enemigos hayan escrito el epitafio del Teniente 2º Ignacio Serrano Montaner que todos los hombres de mar sabrán comprender su significado: "Este oficial murió al pie del torreón". Los restos del Teniente 2º Ignacio Serrano Montaner fueron trasladados a Valparaíso junto a los de Arturo Prat y sepultados en la cripta del Monumento a los Héroes de Iquique, el 21 de mayo de 1888, en una ceremonia en la cual el pueblo de Valparaíso se volcó a las calles para rendir tributo a quienes, con su acción impregnaron el alma nacional con la divisa "Vencer o Morir", que sería el lema de las armas chilenas que permitió el triunfo de la Guerra.


Vicealmirante Luis Uribe Orrego

Ilustre Vicealmirante, nació en la ciudad de Copiapó el 13 de agosto de 1847, hijo de Don Luis Uribe y Doña Rosario Orrego, tuvo tres hermanas y dos hermanos. La intrepidez y bravura fueron poderosas fuerzas que influyeron en el joven Luis Uribe, para formar su espí­ritu de sacrificio, que serí­a uno de los pilares de su personalidad.

Ingresó oficialmente a la Escuela Naval el 20 de agosto de 1858, a la vez que una serie de muchachos, que conformaron el llamado "Curso de los Héroes", inmortalizado durante la Guerra del Pací­fico (1879-1884). El 16 de julio de 1861 egresa de la Escuela Naval como Aspirante a Guardiamarina, demostrando haber sido talentoso en sus estudios y con gran espí­ritu de investigación, como cadete participa en prácticas marineras y de navegación en el vapor "Independencia", corbeta "Esmeralda" , y bergantí­n "Meteoro".

Como Aspirante a Guardiamarina cumplió sus primeras tareas en la "Esmeralda", viajando al sur de Chile, en 1862 al archipiélago Juan Fernández, en 1864 a El Callao. 03 de julio de 1868 se embarca en la corbeta "O'Higgins". 11 de enero de 1869 fue ascendido al grado de Teniente 2o. En 1870 viaja a bordo de la corbeta "O'Higgins" a Isla de Pascua, en un viaje de instrucción de cadetes de la Escuela Naval. Durante su permanencia en el lugar, participa en el levantamiento topográfico de la isla.

El 15 de julio de 1872 se le comisiona a Inglaterra, donde se construí­an tres naves para Chile. Al año siguiente y, en ese paí­s, es ascendido a Teniente 1o. Conoce a una viuda de apellido de soltera Newlove, de quien se enamora, pero su matrimonio no fue aprobado por el Almirante José Anacleto Goñi Prieto, Jefe de la Misión en Inglaterra. A pesar de todo Uribe se casó, lo que cambiarí­a su situación en la Marina y en su vida.

El 23 de marzo de 1874 fue suspendido de su cargo después de una serie de altercados con el Almirante Goñi. Fue el marino, abogado y compañero de curso, Arturo Prat Chacón, quien brillantemente defendió a Uribe, el que fue absuelto por el Consejo de Guerra. En 1875 desempeñó una comisión hidrográfica en las costas de Aconcagua, entre la caleta de Maitencillo de Puchuncaví­ y la quebrada del Negro, trabajo que junto a otros, fueron premiados en la Exposición Internacional de Santiago de 1875. Además presentó un Tratado de Hidrografí­a, que habrí­a de servir como fuente de estudios en la Escuela Naval.

Al iniciarse la Guerra del Pací­fico en 1879, Uribe se encontraba como Segundo Comandante de la corbeta "Esmeralda", con la misión de bloquear el puerto peruano de Iquique. El 21 de mayo del mismo año, esta vieja nave junto a la goleta "Virgen de Covadonga" escribirí­an las más hermosas páginas de la Historia Naval de Chile, el Combate Naval de Iquique y el Combate Naval de Punta Gruesa. Su Comandante, Arturo Prat Chacón murió en el abordaje de la nave peruana "Huáscar".

Uribe asumió el mando y siguiendo la consigna de su Comandante de mantener inmaculado el pabellón, combatió hasta que la corbeta "Esmeralda" se hundió, sin rendirse, a pesar de la enorme superioridad del enemigo. Sobrevive al combate y es conducido como prisionero a la lacalidad de Tarma, en Perú, mientras en Chile era ascendido a Capitán de Fragata el 16 de junio de 1879.

En noviembre de 1879 fue canjeado como prisionero de guerra, volviendo a Valparaí­so, para incorporarse como Comandante de la cañonera "Pilcomayo", que llevarí­a a las tropas chilenas que invadirí­an Perú. Participa en el apoyo naval al Ejército en las batallas de Chorrillos y Miraflores, en el bloqueo de El Callao y Mollendo.

Fue ascendido a Capitán de Naví­o en 1884. Una vez terminada la guerra continuó sus labores en la Armada, siendo Gobernador de Valparaí­so, Director del Cí­rculo Naval. Con el grado de Contraalmirante, impulsó la publicación de la "Revista de Marina", que nace el 1o. de julio de 1865, gracias a su gestión y que se publica ininterrumpidamente hasta el dí­a de hoy.

Entre 1892 y 1895, fue Director de la Escuela Naval. El 23 de agosto de 1899, se le concede el retiro con el grado de Vicealmirante. Su actividad continuó en la "Revista de Valparaí­so", fue Ministro de Guerra y Marina e Intendente de Valparaí­so. Escribió muchas obras tales como "Código de Señales", "Táctica Naval", "Hidrografí­a", "Proyecto del Código Penal para la Armada", "Cartilla de Táctica Naval", "Nuestra Marina Mercante de 1810 a 1904" y otros. Sin embargo, su publicación de "Nuestra Marina Militar", que es la historia de la Marina desde sus orí­genes hasta la Guerra Civil de 1891, es la más destacada de sus obras.

El 17 de julio de 1914 fallece a los 67 años de edad, en Valparaí­so, dejando una hija y dos varones. Sus restos yacen en el Monumento a los "Héroes de Iquique", próximo a Prat y los suyos.


Ingeniero 2º José Fructuoso Vargas Uribe

Ingeniero 2º, nació en Ancud el año 1860, siendo su padre un oficial realista durante la Guerra de la Independencia. Ingresa a la Armada como Aprendiz de Mecánico, una vez iniciada la Guerra contra la Confederación Perú-boliviana en 1836. El 20 de febrero de 1879, se embarca en la corbeta "Esmeralda", donde el Teniente 1o. Luis Uribe Orrego enganchaba la gente para cubrir la dotación de la corbeta.

El 8 de marzo de 1879, al mando del Capitán de Fragata Manuel Thomson Porto Mariño, la corbeta se dirige hacia Antofagasta para incrementar la Escuadra junto con el blindado "Cochrane" y la corbeta "O'Higgins". El 03 de abril zarpan a establecer el Bloqueo de Iquique ordenado por el Contralmirante Juan Williams Rebolledo.

El 16 de mayo la Escuadra zarpa a El Callao en busca de su similar peruana. El 21 de ese mes la "Esmeralda", fue atacada por el monitor "Huáscar", en el memorable Combate Naval de Iquique y el oficial Vargas fue rescatado después del hundimiento de la corbeta chilena y llevado a Iquique como prisionero de guerra. En este lugar permanecerá hasta noviembre de ese año, cuando fue rescatado por las tropas chilenas.

En enero de 1880 se le destina al monitor "Huáscar" que habí­a sido capturado por los chilenos en la Batalla Naval de Angamos, tomando participación en las acciones de Arica y El Callao, en el apoyo naval de artillerí­a al Ejército en las batallas de Chorrillos y Miraflores (13 y 15 de enero de 1881), para la consolidación del triunfo chileno en la Guerra del Pací­fico.

En abril de 1884 fue transbordado a la corbeta "Magallanes", realizando misiones hidrográficas en el extremo sur de Chile. El 18 de agosto de 1886 se le asciende al grado de Ingeniero 2o., pasando a la dotación de la "Abtao", cumpliendo sus funciones en la región del Golfo de Arauco.

En 1887 en el norte de Chile, desempeñó misiones hidrográficas y levantamiento de planos de la costa. En 1890 en la corbeta "Abtao" viajó a Europa en un crucero de instrucción que duró un año. En 1891 la Armada participa en la Guerra Civil de 1891, que costarí­a la vida al Presidente José Manuel Balmaceda Fernández. Le corresponde participar en las decisivas batallas de Con Con y Placilla.

En mayo de 1893 se embarca en el crucero "Esmeralda" y en septiembre es transbordado al crucero "Presidente Pinto", donde permaneció un año para obtener la cédula de retiro temporal. A los 37 años de edad fue afectado por un tifus que lo llevó a la muerte, en la ciudad de Valparaí­so, el dí­a 07 de marzo de 1897.


Cirujano 1º Pedro Segundo Videla Órdenes

Nació en el pueblo de Andacollo el dí­a 14 de agosto de 1854, siendo sus padres Don Pedro Videla y Doña Pastoriza Órdenes.

Realizó sus estudios hasta 1871 en la ciudad de La Serena, cuando se dirige a Santiago para rendir sus exámenes para titularse de bachiller en filosofí­a y humanidades en la Universidad de Chile e ingresando inmediatamente a la Escuela de Medicina. Mientras estudiaba, desempeñó el cargo de Inspector del Instituto Nacional.

En marzo de 1879 finalizó con éxito sus estudios y obtuvo el tí­tulo de Licenciado en Medicina. Nueve dí­as antes de recibir el tí­tulo de Médico Cirujano, el 05 de abril de 1879, estalló la Guerra del Pací­fico, postergando su nombramiento para enrolarse en la Armada para cubrir dotación en algún buque.

Se le destina como Cirujano Primero en la goleta "Virgen de Covadonga", para servir a las órdenes del Capitán de Fragata Arturo Prat Chacón.

El 16 de mayo de 1879 el Comandante Prat fue destinado a la Corbeta "Esmeralda" y el Capitán de Corbeta Carlos Condell de la Haza asumió el mando de la "Covadonga".

Ambas naves serí­an las encargadas del bloqueo de Iquique. En esta nave tuvo la ocasión de darse cuenta del incipiente servicio médico que existí­a en la Marina, disponiendo de muy pocos medios para su tarea profesional.

El 21 de mayo de 1879, durante el Combate Naval de Iquique, Pedro Videla es encontraba en la cubierta viendo el acercamiento de los buques enemigos.

A las 09.00 de la mañana bajó al entrepuente donde estaba instalada la enfermerí­a de combate y mientras descendí­a, un proyectí­l de cañón del monitor "Huáscar", atravesó la goleta de banda a banda, llevándose los pies del Cirujano Videla y ocasionándole una hemorragia tal, que al cabo de diez horas le costarí­a la vida.

De la enfermerí­a fue llevado al camarote sin poder ser atendido con solicitud a falta de otro profesional, intentando el mismo dar instrucciones para tratar de detener la hemorragia, pero todo fue inútil.

Su cadáver fue desembarcado en la ciudad de Tocopilla y enterrado en el Cementerio de La Serena. El año 1920 sus cenizas fueron trasladadas desde este lugar, al Monumento a los Héroes de Iquique descansasn los restos de los combatientes de ese homérico combate.


Contralmirante Vicente Zegers Recasens

Contraalmirante, nacido el 22 de septiembre de 1862 en Valparaí­so. Hijo de don José Zegers Montenegro, madrileño nacido en 1809, y doña Mercedes Recasens.

Incorporado como Aspirante a la Escuela Naval en 1874, egresó al servicio el 14 de julio de 1876, con el grado de Guardiamarina, embarcando cuatro dí­as después en el blindado "Cochrane".

Cuando el blindado viajó a los astilleros de Hull, en Inglaterra, a completar su construcción, a su bordo viajan los Guardiamarinas Vicente Zegers Recasens, Ernesto Riquelme Venegas y Vicente Merino Jarpa.

Durante la Guerra del Pací­fico integró la dotación de la cañonera "Magallanes" y le tocó el 12 de abril de 1879 ser protagonista activo en el Combate Naval de Chipana.

Luego participó en el Combate Naval de Iquique a bordo de la "Esmeralda", el 21 de mayo del mismo año, en el que se encargó del aprovisionamiento de la munición.

Su brillante desempeño en el combate le hicieron merecer el ascenso a Teniente 1o., lo que se decreta el 16 de junio siguiente.

Hundido su buque es tomado prisionero por los peruanos. Una vez canjeado por otro igual peruano, Zegers embarca en la "Pilcomayo", correspondiéndole participar en los bombardeos de Mollendo, El Callao y Chancay, y cinco bloqueos de esta guerra.

A lo largo de la misma prestó servicios además, en las corbetas "O'Higgins" y "Chacabuco", monitor "Huáscar", y vapor "Toltén". Licenciado en 1885 por razones de salud, cuatro años después volvió al servicio siendo designado en 1891 Ayudante de la Comandancia de la Escuadra en Iquique.

Promovido al grado superior en octubre, se le nombró Comandante de Arsenales, puesto que mantuvo hasta 1894. Su ascenso a Capitán de Naví­o, 29 de mayo de 1896, lo recibe en Europa, lugar donde regresa en 1906, tras ser nombrado Adicto Naval de Chile en España.

Retirado del servicio en 1908, fijó su residencia en Santiago, ciudad donde fallece el 16 de septiembre de 1926.


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